Querida mamá:
Lydia es una gran chica, nunca conocí a alguien como ella. Me recuerda a ti, pero, adivina qué, no me atreví a decírselo.A veces me gustaría dejar de ser yo por unos momentos y ser cualquier otra persona, así finalmente diría todo lo que no me atrevo a decir. Lástima que eso solo es un sueño. Lástima que siempre seré un cobarde.
S.S