Capítulo 2

1.2K 83 7
                                    

Hace algunos años me había obsesionado con los creepypastas, aunque solo conocía a los más nombrados. Por ese motivo conocía a algunos integrantes de la llamada "creepyhouse". Debe ser por ese motivo que no me sorprendí mucho al entrar a la mismísima creepyhouse y encontrarme con varios asesinos.

—¡Ya llegue! —Gritó mi acompañante atrayendo la atención de todos.

—¡Una humana! —Gritó alguien por atrás y todos se acercaron a mi con cuchillos.

—¡Aléjense! —Bramo mi secuestrador poniéndose al frente de mi como un escudo —. Viene conmigo.

—¿Que haces con una humana aquí, Jack? —Pregunto el mismísimo Slenderman con cierta preocupación en sus palabras.

—Si lo que te preocupa es que le diga a todos lo nuestro, puedo asegurarte que eso no pasara —Dijo el payaso dibujando una gran sonrisa tétrica en su rostro.

—Otra victima —Hablo Jeff con arrogancia —. Al menos esta es linda.

—Por eso debo cuidarla el doble —Murmuro Jack dándole una mirada asesina a los asesinos hombres que se hallaban en la sala.

—Tienes toda la razón Jack —Admitió Eyeless Jack —. La señorita a captado la atención de todos en la sala.

—Pero es mía, y saben que no me gusta compartir a menos que me aburra de ella —Dijo jack en tono firme —. Lo cual no creo que pase, pero por el momento mantenga la distancia.

—Debes estar asustada —Me hablo una chica con mascara blanca y negra —. No debes temer, eres aliada de un asesino.

—No siento miedo —Le respondí —. Conozco a la mayoría en esta sala.

Todos los asesinos cruzaron mirada y yo solo mantenía mi mirada fija en cada uno de ellos.

—Seguro sabes quien soy ¿verdad? —Hablo Jeff con arrogancia.

—Claro, el gran Jeff the killer —Respondí sonriendo al moreno.

—Él mismo —Dijo Jeff orgulloso —. ¿Cual es tu nombre?.

—Anna Espindola —Murmuré. Al decir mi apellido Slender dirigió su mirada hacía Jack.

—Un bello nombre para una bella chica —Hablo Eyelees Jack —. Soy Eyeless Jack.

—¿Y que te trae por aquí, Laughing? —Dijo Slenderman evitando que Laughing ahorcara a los chicos.

—Solo quería que conocieran a mi chica —Al parecer creé que soy su chica—. Y sobre todo que no la asesinen cuando la vean rondar por el bosque.

—Correré la voz —Dijo Slender y luego hizo una pausa—. Pero ten cuidado con Zalgo, sabes que no tengo poder sobre el.

—Tranquilo, se cuidar a mis victimas —Le dijo Jack sonriendo de forma perturbadora.

—¡Slender! —Bajo sollozando Sally y con un osito destrozado en los brazos —. Smile dog rompió mi oso de peluche. 

—Lo siento nena, ya conseguiré otro nuevo —Respondió Slender consolando a la pequeña.

    El rostro de Sally era de completa tristeza, como cuando algo que anelabas con todo el alma no resulta. Nadie sabía lo que ese pequeño oso significaba para Sally.

—Toma Sally —Hablo Laughing Jack sacando un pequeño oso del bolsillo del pantalón.

—Gracias Jack —Dijo Sally abrazando el oso y al mismo tiempo las piernas de mi secuestrador.

—No hay de que —Sonrió con una mirada algo incómoda. 

Así que, Laughing Jack tiene un lado dulce, tal vez el no es un cruel asesino como parece, o tal vez aparenta serlo para tapar su verdadera personalidad. 

—Bueno familia —Exclamó mi secuestrador y con el que viviré a partir de esta noche —. Nos retiramos, volveremos pronto. 

Jack tomo mi mano y en un cerrar de ojos aparecimos en una bella mansión de campo en un claro del bosque.

(***)

—¿¡Como que no sabes a donde esta Anna!? —Pregunto la mamá de Anna a Aria.

—Solo me susurró algo al oído y se fue —Dijo inocente la pequeña.

—¡Esto es terrible! Dejar a una niña de 4 años sola ¡Y con la ventana abierta! —Dijo indignada —. ¿Y no recuerdas que te dijo?.

—Laughing Jack —Respondió la pequeña ojeando un libro con mucho entusiasmo.

—¿L-Laughing Jack? —Murmuró la señora con los ojos cristalizados.

No puede ser ese demente tiene a mi niña, seguro lo hizo para cobrar venganza... No dejare que te dañe como a otra de sus victimas. Pensó la señora.

(***)

¡Gracias por leer!

Síndrome de estocolmo EN EDICIÓN (8/30)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora