Capítulo 16

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INICIANDO PRUEBAS 100%: PETTER

Me encuentro sentado a un costado de mi cama, prácticamente en el suelo. Realmente no quisiera estar aquí, no es que tenga elección claro.

Reconozco el lugar, ya que era dondé pase la mayor de mi niñez.

El cuarto quedó intacto en como recuerdo haberlo dejado. El buró café sigue en su lugar, al igual que los libros en el suelo dispersos.

En su totalidad no es más que una simulación, asi como los sueños.

Todo a mi alrededor empieza a cambiar, al igual que yo.

La estancia parece más grande, mas de lo inúsual. Las paredes permanecen más angostas, y el techo aún mas alto. Escucho voces provenir de afuera, probablemente de las escaleras.

-Callate estúpida-dice mi padre-.

Solo llego a escuchar los sollozos de mamá.

Comienzo a temblar al darme cuenta, que hay pasos en el pasillo, muy cerca del cuarto.

Al notarlos aún mas cerca, hecho a correr al armario, cerrandolo silenciosamente, trantando de que él no logre escucharme.

El armario es grande lo suficiente para que queden dos o tres personas a exepción de mi.

Me quedo lo más lejos posible de la puerta. Me siento y abrazo mis rodillas, sosteniendolas con mis brazos.

La puerta del cuarto se bare, lo sé por que el sonido es prominente.

-Hijo, mi niño, sal, no te are daño.

No quiero creer ni una palabra de lo que dice, el miente siempre lo ha hecho, lo hacía con mamá. También lo ara conmigo, no quiero que me toque.

El sonido de las puertas del armario, empiezan a sonar, el rechinido hace que mis oídos se tensen. Diríjo mis manos a mi boca haciendo que no escape un ruido. Mi respiración se acelera, al igual que los latidos de mi corazón.

Las puertas se abren completamente, y es cuándo veo a mi papá después de ya se tiempo. Me mira con ojos de desesperación, las manos le tiemblan, y empieza a reir.

Y nuevamente vuelvo a sentir miedo.

Me sujeta fuertemente haciendome gritar.

Las puertas del cuarto se abren, dando a la vista a mi madre. Es muy linda, demasiado, para el padre que tengo.

-Jeffen, dejalo-grita mi madre-dejalo quieres, el niño no tiene la culpa-.

Mi padre me ve por algunos segundos y me tira del otro lado de la estancia, haciendome golpear en la cabeza.

-Ustedes tienen la culpa de que pase esto, muchas veces dije, aquí se hace lo que yo diga-dice mi padre-.

Mi vista se nubla, y empiezo a llorar, haciendo que las lagrimas caigan en mis pomulos.

Miro a mi madre, y ella sonrié, sabiendo que no saldre vivo de aquí una vez más.

Talvez debí ser más fuerte. Talvez debí soportar más.

PRUEBA FALLIDA: 7



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