Capítulo 14

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INICIANDO PRUEBAS 100%: ROBERT

Nuevamente abro los ojos, sigo en la estancia de hace unos instantes, el cuarto es demasiado obscuro, no recuerdo realmente si era el mismo, pero de que me importa saberlo, si no cambiara nada.

Camino breves momentos, y me siento en el suelo. Esta frío, demasiado frío. Pero no me importa en lo absoluto. Miro a mi alrededor, y veo muebles viejos, algunos ya en descompocición, y unos otros solamente rotos. Hay repisas, las cuáles pienso que eran para libros. No reconozco nada del lugar. Pero me da mucho miedo.

Me quedo ahí varado, sin hacer nada, no espero que suceda algo, por que de ser así, no creo salir vivo está vez. No quiero encontrarme con mi padre. Ni con nadie relacionado con él.

Escucho pasos, provenir de arriba. "estoy en una planta baja"-pienso-. Y escucho voces.

-Está aqui, si lo está-susurran-.

Al escuchar los pasos más cerca, me levanto lo más rápido posible, y busco una salida. Estoy al fondo de la estancia, y tiro muebles al suelo, haciendo demasiado ruido, que eso no es nada bueno, pero ya que importa, es salvar tu vida. Y logro encontrar una puerta, está vez en el suelo, no tiene candado, ni nada comparado. Por lo que la abro y me adentro a ese lugar.

Caigo, y me golpeo en la cabeza. No ha sido una caída breve, ha durado aproximadamente unos 15 segundos. Me levanto con dolor en partes de mi cuerpo. Pero no es importante sentir dolor en estos momentos.

Miro a mi alrededor, pero por la falta de luz en la estancia dondé me encuentro no logro ver nada. Camino a pasos ciegos, en busca de estar a salvo. Y que esas personas no me encuentren aquí. Debo salir.

Me golpeo con una pared. Camino a la derecha, y tropiezo con un mueble.

-Maldita sea-grito-. No ha sido un grito del todo fuerte, pero no del todo leve. Me preocupa que me encuentren dentro de aquí, o dondé sea que lo estoy.

Y mi busqueda se logra. Toco lo que pareciera ser un interruptor, y lo es, al notar que una luz en medio de la estancia se enciende levemente, y logro ver el lugar, estaba en la esquina superior, la estancia no es grande en lo absoluto. Ha de medir metros, no más de 7, no más.

Y mi miedo aparece de nuevo al notar, que no estoy en una habitación, que no estoy en una parte más. Me encuentro en el sótano, no hay habitaciones, y por lo visto tampoco hay salida.

Trato de guardar la calma, de tranquilizarme solo un poco más, pero me es inútil, no logro hacerlo. Mi miedo permanece. No me gusta este lugar. No me gusta estar aquí.

Me siento en el suelo, y abrazo mis rodillas, me muevo un poco de lado a lado, tratando de que las lágrimas no sean vistas de mis ojos, y que mis mejillas no logren estar húmedas. Solo es cuestión de guardar la calma. Pensar que todo estará bien, aunque sé que no lo estará. Y solo es cuestión de imaginar cosas, cosas que te puedan ayudar ha estar bien de nuevo.

El temor desaparece, pero la angustia no. Aún me siento débil, débil por dentro. Cuándo no quieres hacer nada y solo quieres que acabe. "Es como una pesadilla de la que nunca logras despertar".

Nuevamente escucho pasos de la planta de arriba. Y voces también. Pero ahora el miedo no vuelve a estar, me siento calmado, y solo espero que acabe esto de una vez.

Y es cuándo veo a mi padre después de muchos años, después de su muerte y después de haberse ido de mi vida. Aún tiene los ojos de odio al verme. Solo me quedo quieto sin hacer nada.

Cuándo me tiene en el suelo, lo único que hago es mirar sus ojos, e imaginar que una vez me quizo de la misma manera que lo hizo con otra persona, talvez con mi madre, o talvez con mi hermana.

Siento dolor en la cabeza, en mis hombros, y en todo mi cuerpo. Pero se que el dolor terminará por acabar.

Solo cierro mis ojos e imagino un mundo nuevo, dondé si tengo suerte, podre ser feliz.

PRUEBA FALLIDA: 5


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