Epílogo

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-¿A dónde vamos Oliver?

-Shh, que curiosa eres muñeca. Es una sorpresa, espera, ya casi llegamos.

-Okay, espero.

Llevaban ya un año de novios, y Oliver había planeado una sorpresa hermosa para Laila. 

Había planeado esto hace dos meses.

-¿Ya Oliver? La curiosidad me mata.

-Abre los ojos entonces.

Frente a ella estaba una piscina decorada con velas aromáticas, y más allá una palapa con una mesa para dos. Su chico estaba vestido con un smocking y tenía un ramo de rosas en la mano.

-Dios, Oliver esto es hermoso.

El castaño sonrió y los hoyuelos hicieron su aparición.

-Como tu muñeca. Ven, vamos.

Ella observaba encantada el lugar. A los ojos de Oliver se veía hermosa; con ese vestido blanco y la corona de flores en su cabeza.

-Te amo muñeca, no tienes idea de cuánto.

-También te amo mi niño, te amo hasta enloquecer.

Él la tomó de la barbilla y la besó.

-Mira una estrella fugaz.- Le dijo el chico.

-Pide un deseo.

-Volver a besar a esta muñeca.

-Concedido.- Dijo y sonrió.

Una vez más y con ternura el chico la besó.


Mensaje No Recibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora