Día Ocho. "No Me Alejará de Ti Otra Vez."

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Lo pensó toda la noche.
Primero iría con Oliver, quería saber sobre el accidente.
Después, le diría todo, su amor por él y lo tonta que se sentía por olvidar algo tan especial.
Por último, la batalla más difícil; enfrentarse a su mamá.

Llegó a la escuela con la esperanza de ver esos hoyuelos, abrazarlo y poder llenarse de ese olor tan típico, embriagante y que le recordaba tanto a su papá.

"Kira, Brandon, Beto... ¡Lo he recordado! Y sí, ¡lo amo! Quiero gritarlo a todo aquel que pase que lo amo."

Sin embargo ellos no compartían su alegría.
Los tres la abrazaron y Kira al borde de las lágrimas le dijo.

"Oliver esta en el hospital. Benjamín lo apuñaló."
Laila quedó en shock.

"Ben... Benjamín ¿Qué?"- preguntó nerviosa.

"Lo apuñaló. Él muy cobarde huyó, Isa lo vio todo y llamó a la ambulancia. Esta ahí desde ayer."

"Mierda, todo es mi culpa."- dijo llorando.

"¡No Lai, claro que no!"- dijo Beto abrazándola.

"Tu no tienes por qué sentirte culpable."-dijo Brandon abrazando a Kira que también lloraba.

"Sí, sí lo es. Oliver fue a golpear a Benjamín porque él fue quien me golpeó."

"¡A parte de cobarde, patán! Ya va a ver el pende..."- dijo Brandon.

"No, hermano, cálmate men. Vas, lo golpeas ¿Y si también te manda al hospital?"- le dijo Beto tratando de calmarlo.

"No Brandon, no quiero que algo malo te pase."- respondió Kira.

"Tranquila mi niña, nada va a pasar."-le respondió.

"¿Y si pasa? No, no lo soportaría. Por el momento hay que esperar e ir a ver a Oliver."- les dijo Laila más tranquila.

"¿Cuándo?"- preguntaron todos.

"Ahora mismo. Tengo que verlo, él lo dio todo por mí. Yo lo haré también."-respondió ella.

"Habrá que volarnos las clases, saben que si vinimos y nos meteremos en problemas."-dijo Beto.

"Correré el riesgo."

***

Oliver había despertado, estaba bien físicamente, y cualquier molestia se la calmaban con analgésicos. Pero había un dolor, que ni la anestesia calmaría.
El que Laila no sintiera el amor que él sentía, le rompía el alma. Pero el hecho de tenerla cerca lo hacía feliz.
Con eso podría vivir.

Tomó el teléfono que estaba a su lado, entró a Facebook, nada interesante. Igual en las otras redes, pero, aún no entraba a Whatsapp.

Abrió el único chat que le importaba.

Laila 
En línea.

Escribiendo...

Después de un minuto de espera el mensaje llegó, pero antes de que él pudiera leerlo, cerró el chat. Quería oír de la boca de Laila, lo que hubiese escrito ella.

*****

Con cuidado de no ser vistos por el guardia, pasaron por detrás de los salones y talleres. Había una especie de salida por entre el edificio A y el laboratorio de química.
Pero la puerta estaba cerrada.
No había más opción que salir por detrás de las oficinas de la dirección o al lado de la prefectura.
Tomaron la 2a opción.

"Okay, paso 1. Alguien le habla al perro mientras Brandon pone un somnífero en el hueso que le vamos a dar. Paso 2..."- decía Beto.

"Really? Beto, ¿Es en serio?"- le dijo Laila.

"¿De dónde saco un somnífero si ni almuerzo traigo?"- preguntó Brandon.

"¿No es mejor esperar a que el guardia de el rondín por la escuela y la prefecta pase lista?"-dijo Kira obvia.

"¡Sí claro! Quitale lo divertido."- dijo Beto.

Tenían 5 minutos para burlar al guardia, a su perro y a la prefecta.

Primero al perro. Beto le silbó y con un hueso (no pregunten de dónde salió) lo entretuvo por unos minutos.

El guardia era más fácil de burlar, sólo había que esperar 2 minutos mientras la pizza llegaba.

Y la prefecta, bien, ella si era difícil. Primero, hay que decir que era la copia de Troncha Toro, sólo que no tan fea. 
Para burlarla, había que esperar a que alguien cometiera alguna tontería. Lo cual no pasaba mucho.

Llegó el de la pizza, tenían 3 minutos. Tomaron sus mochilas, pero aún faltaba esquivar a la prefecta, así que Brandon (fanático del fútbol) sacó el balón que traía y lo pateó desde los baños hacia los salones opuestos a la entrada, quebrando 3 vidrios.
La prefecta corrió enfurecida a ver que había pasado, cuando la vieron de espaldas, salieron corriendo, pero en silencio por la puerta principal.

Después de 20 minutos llegaron al hospital.
Pidieron ver a Oliver Macias, pero no los dejaron.

"¿Tanto esfuerzo para nada?"-dijo Beto.

"Hey, ahí están sus padres. A ver si nos dejan verlo."- dijo Kira.

Se acercaron y los papás con todo el gusto los dejaron pasar, pero detuvieron a Laila por un momento.

"Mi hijo ha pasado noches enteras llorando por ti."- dijo la madre con cierto tono de celos.

"E incluso ahora esta así por ir a defenderte. Pero, apuesto a que has de ser la chica más maravillosa y hermosa que Oliver ha conocido. Digo, no por cualquiera soltaría lágrimas o golpearía a otro chico."- le dijo el padre sonriendo. -"Tal vez esto debería decirlo tu padre a mi hijo, pero, cuídalo bien y valoralo. No es sólo porque soy su padre, pero es un gran chico."

Ya todos habían entrado a verlo, a platicar con él. Pero aún faltaba la más importante; Laila.
Los nervios la invadían, pero no se iba a dejar vencer. Decidida entró.

"Hola muñeca."-le dijo y los hoyuelos que la enloquecían hicieron su aparición.

No pudo decir nada. Simplemente se acercó a él y lo abrazó.
Tal como antes, su colonia varonil invadió sus sentidos, su cálido abrazo la abrigó y llorando le dijo.

"Mi niño, lo he recordado todo. Nuestro primer beso, la primera cita... Todo. Pero sin duda, lo más bello de lo que me di cuenta es de tu amor. En verdad me amas. Y te amo. Lo sé ahora."

"Muñeca, lo has recordado."- dijo sonriendo y llorando.

"Sí, pero aún no sé como fue el accidente."

"Olvidemoslo. Es pasado."

"Pero mi mamá cree que eres el culpable. Yo sé que no, pero ella piensa que si."

"No tiene pruebas"

"Pero las conseguirá."

"No me alejará de ti otra vez."

"¿Y si lo intenta?"-dijo Laila abrazándolo aún más fuerte.

"No lo conseguirá. Eres mi muñeca, no fui a pelearme con Benjamín para que me vuelvan a alejar de ti. Ya lo verás."

Dicho esto la besó, el dulce néctar de sus labios invadió la mente de Oliver y la dulzura con que la besaba enloqueció a Laila.

Mensaje No Recibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora