Callie desde uso de razón sabía que no quería desear madre nunca, que la carga y el miedo al abandono no quería pasarlo. Callie no creía en el matrimonio, los anillos solo los usaba en el indice y pulgar. Callie era la antítesis del molde de niña soñadora que creció bajo un techo católico y catastrófico. Callie era la antítesis de todos los prototipos, nisiquiera quería de la manera que según su madre debía, ella amaba de la manera en que su padre prohibía, con piel, carne, mente, y alma.
Jay era puro seso y corazón roto, Jay era ese crío en busca de un hogar. Jay no era como Callie porque era tan diverso que no había molde con que compararlo. Jay seguía su ritmo y amaba a Callie con armonía celestial, las palabras siempre eran lo de él. Jay no tenía un antes de Callie, se negaba a seguir recordando el tiempo antes de ella porque sabía que todo era basura. Él aprendió a acompañar su cigarro con el café de sus ojos, el aprendió a verla entre nos naufragios de su mente cuando se enborrachaba, él aprendió a reconocerla entre cada sombra, él aprendió que sin ella podría exisir pero nunca vivir. El era algo sin referencias, era alguien sin miedo, era un padre de nacimiento.
Ella tenía miedo, él estaba seguro de que todo saldría bien. Ya hace no tanto tiempo, habían dejado de ser críos y la vida les adelantó algo que ella no esperaba que llegará nunca y algo que él esperaba que llegará un poco más tarde. Bailaron al ritmo de los latidos del corazón en el vientre de ella, con el tiempo se le quito el miedo. Una noche estrellada en el balcón habia dado como resultado una malgama de rebeldía y paz. Unos cuentos meses pasaron y ahora creaban secretos entre dos, ahora guardaban secretos para proteger a una nena.
Y escribo sobre ellos en pasado, porque así se escriben las grandes historias de amor para que sean eternas, el pasado siempre se añora, el amor siempre se recuerda.
A la orilla de un lago se sentaron, viéndose a los ojos se dijeron grandes secretos. Él sabe que no es santa y así con pecado y medio la adora, y ella sigue amando los hombros de él en camisas grises porque le recuerdan que él no es ni malo ni bueno. Los dos saben que sos dispersos, los dos crean secretos ahora, los dos encontraron un hogar, ahora le velan el sueño de una nena, ahora de viajan al lago para darle honor al lugar en el que un dia se desnudaron las almas, ahora de vez en cuando se escapan al balcón a que él fume un poco y ella se acurruque en su pecho, para así recordar como empezó todo.¤¤¤¤¤¤¤
Escuchen la canción con el capítulo, escuchen a Carla Morrison, no van a arrepentir.
ESTÁS LEYENDO
20 Secretos
TeenfikceMás que conocidos. Amores con secretos, amores con historia. Pero con un cielo despejado y el alma expuesta, se diran esos hermosos y oscuros veinte secretos que han cargado por mucho tiempo. Jay conocerá el misterio y la luz detrás de Callie, su s...