Capitulo 4 - Escándalo
- Lo siento, Armstrong - Se disculpó el caballero de calva que se encontraba con el dueño de las empresas. - No puedo poner en riesgo mi capital...espero que lo entiendas.
- Es solo un mal momento...pronto nos volveremos a levantar - dijo.
- Y cuando eso pase...entonces podrás contar conmigo - se levanto con todo un porte. - Hasta entonces, Armstrong. - con un pequeño asentimiento de cabeza se retira del lugar.
Tenía que desquitar toda su rabia. Maldita sea la hora en la que se le paso por la mente casarse con Emma...maldita se la hora en la que aceptó que fueran novios...maldita sea la hora que la puso a Emma por delante de Kattia. La mesera pro fin había llegado con los pasteles y el estaba que hecha a humo por las orejas.
Sin hacer caso dejo los postres en la mesa y se levanto maldiciendo. Una pequeña mesera que iba a toda prisa tropezó con un portafolio y para su mala suerte los chocolates y las natas cayeron sobre el. Ella abrió muy grandes sus ojos cafés.
- Yo...lo siento señor - dijo, verdaderamente apenada.
- Eres una inservible...¿Sabes lo que has hecho? - pregunto, verdaderamente rabioso. No le importo que todos las personas lo miraran muy mal.
- Enseguida traeré algo...- ella solo la miro con rabia...desquitaba todo con la pobre chica. Ella se cayo ya que el la intimidaba.
- ¿Sabes cuánto cuesta este traje? - Ella solo agacho su cabeza, apuntó de llorar - Ni con todo un año trabajando aquí podrías pagarlo.
Unas zapatillas resonaron por el piso de madera y una figura femenina se plantó frente a el.
- ¿Sucede algo? - pregunto ella. Quería saber por que su empleada estaba llorando y por que un caballero tenía su traje manchado.
- ¿Es usted acaso ciega? - Pregunto el con sarcasmo. Harper se sorprendió ante el lenguaje del tipo. Nunca nadie le había hablado así desde la facultad.
- No lo soy señor, pero tampoco soy adivina, solo estoy en busca de una explicación por...- miro a sus pies, el desastre de comida en el piso. - este desorden.
- Sucede que este establecimiento contrata a personas no aptas para el puesto. Esta inepta acaba de manchar mi traje y mis zapatos.
- No es necesario que use ese lenguaje señor. La chica sigue siendo una persona como usted y yo -
- Yo pago por que me atiendan bien, y no están cumpliendo las normas. - El estaba gritando y A Harper le empezaron a temblar las mejillas. - Le voy a pedir de favor que cuando tenga un orden y control sobre sus empleadas y sea lo suficientemente sensata y lista como para saber tratar a sus clientes - dijo su lengua afilada.
- ¿Puedo retirarme? - pregunto la peña niña rubia que sentía demasiada vergüenza como para mirar a su jefa a la cara.
- Aria, por favor, lleva a Melissa a la cocina y dale algo de tomar y beber. Te puedes ir a tu casa cariño. - La chica se extraño.
- ¿No estoy despedida? - Harper negó con la cabeza, y Aria se llevo a la mesera.
- ¿De esa forma la va a reprender? - pregunto el caballero muy irritado.
- No es una niña para ser castigada, fue un accidente y nadie puede evitarlos - dijo.
- Claro que si, si este fuera un establecimiento respetable tal vez no ocurrirían estas cosas - reclamo furioso.
- Señor le pido que se retire, si puede mandar la factura de la tintorería o de el lugar donde vaya a comprar su traje se lo agradecería. Buenas tardes. - Dijo Harper, dándose la vuelta con su orgullo herido en alto.
Harper ni siquiera presto atención al hecho de que ya había visto a ese hombre antes, pero no recordaba exactamente donde. Solo se centró en que estaba llorando como un gatito atropellado.
Si algo odiaba era que le gritaran, ya que su infancia siempre la llenaron de gritos.En el instituto siempre la consideraron infantil, y eso no era cierto, o tal vez un poco. Pero nadie entendía por lo que pasaba ella al no tener a su padre apoyándola y con 3 hermana y una sobrina no podía aspirar a nada más, no estaba en sus medios. Con sus logros hizo que nadie mas se volviese a mofar de ella. No le agrado que un estupido la quisiera venir a rebajar.
Mientras tanto, Kattia se estaba despertando de una buena noche de sexo caliente. Eran las 12 de la tarde. Ella sabia que no era correcto levantarse a esas horas. A decir verdad, había quedado exhausta con los 3 orgasmos que le había otorgado Jared. Lo vio ahí, con sus abdominales al descubierto y empezó a moverlo.
- Jared...¿A que horas salía tu vuelo? - pregunto con cautela, para no alarmarlo.
- A las 10 de la mañana...déjame dormir - ella se tapo la boca para no reír. Se baño y vistió.
Tomo una pluma y dejo una nota encima del reloj. Sin mas salió de su departamento y se encaminó hacia su trabajo.
Jared despertó una hora después y al no ver a Kattia supo que ella se había ido. Miro el reloj para ver cuanto tiempo le sobraba.
"Perdiste tu vuelo, pero fue un buen sexo"
Esa fue la nota que Kattia le había dejado a Jared. El se hecho a reír ante la originalidad de la mujer.
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Pieces of the heart (Trilogía Pieces #1)
Romance- ¿Por qué, Harper? - pregunto Kattia. - La mayoría de las personas tienden a traicionarte - Harper acariciaba su cabello como a un gatito indefenso. Kattia se veía tan destruida, nunca antes había estado así. Sin exagerar, Harper creía que nunca...