Pieces of the heart (Trilogía Pieces #1)

Capitulo 9 - El primero en todo

Capitulo 9 - El primero en todo.

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Mientras Kattia ensayaba sus diálogos para su obra de teatro "Orgullo y prejuicio" Jared se dirigía al jardín trasero de su casa.

- ¿Me las regalas? - dijo. Mostrando algo que Kattia no podía distinguir. Se acercó hasta llegar ahí.

- ¿Que es? - pregunto. Entonces logro ver las piedras en la mano de Jared. - seguro.

Estaban frente a frente. El pasillo era reducido, Kattia intento recoger piedras para ella y dio el mismo movimiento que Jared. Fue cuando lo volvió a ver. No supo que paso, pero vio los labios de Jared ir hacia los suyos. Ella tenía sus ojos abierto pero poco después lo cerro, disfrutando de la sensación.
El beso fue muy salvaje.,para se su primer beso. El besaba muy sencillo, pero esa sencillez era muy adictiva. La hacia desear más.

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Kattia dejo de llamarle a su celular, completamente rendida, el no le iba a contestar.
Se le prendió el foco y marco el número de su buffet.

- Buffet oficial de New York , ¿En que le puedo ayudar? - contesto la cotidiana voz de la secretaria de Jared.

- Buenas tardes. ¿Me podría comunicar con el señor Jared Hampton - pregunto.

- El señor Hampton ya no trabaja aquí - Eso sorprendió fuertemente a Eliza.

- ¿Como que ya no trabaja ahí? - pregunto.

- Si, ha aceptado un trabajo en Alemania. - por primera vez a Eliza se le cayeron lagrimas de los ojos y no tuvo la intención de parar de llorar.

- ¿Me puede dar la dirección, por favor? - pregunto. La chica aun extraña de que la mujer al otro lado de la línea estuviera llorando le dio la dirección.

Kattia se acostó en su cama. Recordando como Jared le había hecho el amor miles de veces en ese mismo lugar.

Siempre sintió que algo le faltaba pero nunca supoq eu era hasta ese entonces. Lo que el faltaba era tener para ella sola a Jared. Su sed de venganza y su depresión la cegaron ante la segunda oportunidad que la vida le estaba otorgando. Ahora el también se había ido y volvía a estar sola.

No le importaba lo que pasara con Ian, con Emma o con nadie mas. Solo le importaba estar con Jared y ser totalmente suya. Su cuerpo ya lo era solo quería darle su alma, por que era el único que la sabría valorar.

No podía dejarlo ir, si tendría que lucha por el contra cielo mar y tierra lo haría, y era su última decisión.

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- Taína quiere que me acueste con ella - dijo Jared en un tono de preocupación. - Si no lo hago pronto va a comenzar a decir que soy gay.

- Pues acuéstate con ella - dijo Kattia simplemente.

- No puedo, ella ya no es virgen y yo si...y no quiero meter mi pene por primera vez en algo ya usado - Ella pego una carcajada y el la miro mal. Jared Hampton, uno de los chicos de segundo año mas guapo de la universidad de Manchester era virgen, y no quería dejar serlo con alguien que no fuera.

- Ella te puede enseñar a moverte - dijo Kattia, bromeando.

- Si te dijo algo, ¿No me matas? - pregunto.

- no, no te voy a matar - dijo.

- Quiero que seas la primera - Kattia casi se ahoga con la palomita que ataba masticando. - Bien si no quieres no - El piso la cara en su almohada y Ksttia se quedo perpleja.

No supo ni lo que hacia, con 19 años nunca se sabe lo que se hace. Sin pensarlo dos veces se quito la blusa y el sostén, dejando sus pechos al aire. No podía creer lo que estaba a punto de hacer. Se levanto de la cama y Jared creyó que se iría, aun así no miro. Ella quito sus shorts y sus bragas. Ahora si moría de la vergüenza. Si le iba a entregar si virginidad al guiñe prefería que fuera a Jared.

- ¿Tienes condones cierto? - pregunto.

El se volteo sorprendido pero mas se sorprendió al verla desnuda. Definitivamente tenía un cuerpo muy ardiente y cuando vi su amigo estaba mas que feliz.

- No lo planeaba - confesó.

- Tu vas a comprar mi pastilla del día después - dijo acercándose nuevamente a la cama.

Se quito la playera y no dejo que ella se acostara. La beso ardientemente y la empujo a la fría pared. Ella gimió ante este acto. La volvió a besar y bajo una mano hacia su vientre. Ella gimió cuando el toco lo que ningún otro hombre había tocado. Dio un masaje a su intimidad para luego tomar dos dedos e introducirlos en su interior. Ella jadeo al sentirlos. El cada vez iba mas fuerte y ella gemía lo necesario y era mucho. Cuando la besaba aumentaba la velocidad, dándole cada vez mas y mas placer.

- ¿Segura? - pregunto una que le había dado un orgasmo con sus dedos.

- Completamente - el la tomo y enredo sus pierna en su cintura, y así fue como la penetro muy lentamente y con mucha dulzura.