3. Del paso del tiempo y la chica nueva

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- ¡Riiiiiiiiiiiii!
Sonó la alarma.
- ¡Mierda!
Vociferó Charlie antes de levantarse para dirigirse a la regadera. La vida no podía ser más jodida por qué ya lo era.
Al salir de la regadera se vistió y bajó a la cocina, pues tenía que desayunar algo antes de ir a la escuela. Era el primer día de clases de su segundo año de preparatoria y como cualquier joven de 16 años respetable, odiaba ser obligado a asistir al instituto.
Desayuno un cereal, reviso sus cosas una última vez, y salió de la casa de su tío.
Vivía allí desde que sus padres se divorciaron, le resultaba más cómodo y eficaz, además que era prácticamente como tener la casa sola, su tío siempre estaba en el trabajo.

La escuela quedaba a unas cuantas cuadras de la casa, pero eso no evitó que Charlie llegara tarde a su primer día de clases, al parecer habían cambiado su salón a las aulas de tercero por qué faltaban salones para los de primero.
"Excelente" pensó este mientras caminaba por el extenso pasillo de tercero. Cuando llegó a su salón lo primero que noto fue que la clase ya había empezado, para después darse cuenta que las bancas ya estaban todas ocupadas, se podía decir que sólo quedaban dos o tres en el centro del salón, pero prácticamente el lugar que él siempre elegía para sentarse ya no estaba disponible.
Maldijo por lo bajo y toco la puerta tres veces para llamar la atención del profesor.
- Puedo pasar?
-Si, siéntate y no hagas ruido.
Todas las miradas de sus compañeros estaban centradas en él.
Pero esto no le importó mucho a Charlie que detestaba con casi toda su alma a sus compañeros, le resultaba fastidioso que las chicas casi siempre hablarán de moda y celebridades, mientras que sus compañeros solo discutían sobre qué equipo de futbol era el mejor. Él era prácticamente el marginado, pero a excepción de que él lo había querido así.
Consiguió lugar al lado del niño come dulces y una chica que parecía ser nueva.
Al llegar el receso Charlie se dirigió al salón B-4 allí estaba su único amigo en todo el instituto, Pako. Lo había conocido en la secundaria y si no fuera por él, seguro ya se habría cambiado de escuela.
Ya estando juntos se dirigieron a la cafetería para comprar algo de comer y de paso encontrar asiento.
Ahora estaban sentados en una simple mesa, mientras observaban a los nuevos alumnos.
- Oye, mira esa chica de allá, es realmente linda.- dijo Pako con algo de entusiasmo- seguro esta vez sí me consigo novia.
- ¿Qué no habías dicho eso el año pasado?- contestó Charlie a carcajadas mientras miraba la humillada cara de su amigo.
- Si pero no es lo mismo, las chicas anteriores eran algo tontas, además dime si esa de allá no es atractiva?
- Esta bien, esta bien, dime que chica- Pako señaló a una joven que platicaba con un montón de chicos, "seguro la están acosando" pensó Charlie, pero cuando pudo ver su cara se dio media vuelta y miro a su amigo.- Va en mi salón, para ser más específicos se sienta justo a mi lado.
- ¡Enserio! Entonces supongo que siendo tu compañera me la puedes presentar?- dijo Pako con tono algo picaron.
- Ña, supongo que puedo hacer el intento.
- ¡Gracias!

Cuando terminaron de comer se despidieron, ya habían dado el toque y tenían que llegar a clases. Pero Charlie a no le importó mucho esto así que pasó a la cafetería a comprar un chicle, iba caminando por un de los pasillos cuando escucho como dos chicas discutían, casi no había alumnos alrededor y cero profesores.
- ¿Quieres rejuntar mis libros?- dijo una de las chicas, la agresora. Tenía el pelo negro y estaba maquillada, eso le daba un aspecto mayor.
- ¡Oh no sabes cuánto lo siento, no fue mi intención, iba caminado y un chico me empujó...- respondió la segunda chica, que estaba claramente asustada.

Charlie iba a pasar por alto la situación si no hubiera dado cuanta que la chica agredida era nada menos que su compañera, y no cualquiera, sino la que tenía por los aires a su amigo Pako. Así que preso por una promesa, se dirigió a donde estaban las dos chicas, se agachó para rejuntar los libros del suelo y una vez terminado se paró y entregó los libros a la agresora, casi al mismo tiempo que agarraba a su compañera del hombro en una actitud protectora.
- Ella no ha tenido la culpa, yo he visto al chico que la empujo, pero de todas maneras aquí tienes tus libros, ahora sí me disculpas vamos a llegar tarde a clase. - dijo Charlie mientras le daba una señal a su compañera para que caminara.

Ya alejados de la situación y en la puerta del salón, casi apuntó de entrar, la chica se volteó para darle las gracias.
- Gracias por lo de hace un rato, no tenía idea de que aún existían caballeros como tú en esta escuela. Si me permites me gustaría regresarte el favor algún día...
- No será necesario, - interrumpió Charlie mientras pasaba su mano por la nuca.- lo que quiero decir es que lo hice por puro instinto, no tienes nada que agradecer.

Dicho esto los dos entraron al salón. Fue algo incomodo ya que además de interrumpir la clase tenían que sentarse justo al lado del otro, lo que hizo que intercambiarán pequeñas miradas por el resto del día.
En la salida Charlie le comentó finalmente todo lo ocurrido a su amigo, el cual no puedo lamentarse por no haber estado allí.

*Buscando a la verdadera tú*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora