Órdenes.

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Parecía mentira, pero íbamos a cumplir dentro de poco un año dentro del campamento. Se me había pasado el tiempo muy deprisa y las cosas habían cambiado mucho por aquí. Bueno, me refiero a por ejemplo, ahora somos más, tengo mi puesto y he conseguido memorizarme el campamento de pé a pá. Randall había encontrado, no sé cómo, en mi una habilidad con cualquier tipo de utensilio que puedas usar como arma. Entonces, decidió meterme en el entrenamiento que les hacen a los que se apuntaban al ejército, pero sin necesidad de que me meta en él. Me había como casi adoptado, aunque cada uno se movía por su aire, nos llevábamos bastante bien.

En todos estos meses, he descubierto muchas cosas nuevas que antes nunca había imaginado hacer. He conocido gente aquí, gente con grandes historias que, bueno, ya os contaré, porque creo que todo el mundo merece escucharlas.

Pero eso ahora no importa.

Voy a explicaros la situación de ahora,sé que estaréis un poco desconcertados y sobre todo confusos, ¿qué había pasado con todos mis planes y todo lo que tenía pensado? Bueno, más bien los he guardado en el cajón de mi mesilla de noche, en un papel doblado. He estado escribiendo, mucho, desde que me acomodé aquí. He tenido mucho tiempo libre, a pesar de las marchas, investigaciones y rutas que hacemos todas las semanas, sí, bueno, no os quiero liar, así que os explicaré detalladamente qué ha pasado durante todos estos días.

Después de terminar el cursillo que me apuntó Randall, que no duró más de un mes, él me llevó a sus expediciones militares a la ciudad, me ha enseñado los sitios que ya han limpiado y ahora le estoy ayudando en las áreas que faltan. Hemos conseguido despejar casi la mitad de la ciudad.

Hemos pasado mucho tiempo juntos, por lo tanto,él me ha contado todas sus batallitas y su historia, al igual que yo,podríamos decir que me ha estado usando de diario. Me ha dado un puesto, sin colocarme en ningún sitio, pero más o menos os podría decir que conozco a todos los soldados y ellos pueden obedecer mis órdenes.

La relación con los muchachos de Randall, bueno, es algo más que una relación de compañeros de ejército. ¿Os acordáis de Rubén y Cameron? Ahora siempre quedamos en el bar de Eric a tomar algo después de cada redada. Ah, lo siento, Eric es un hombre que lleva un bar de aquí, al parecer es familiar de Rubén. También me llevo bastante bien con un chico Inglés que vino de vacaciones a Estados Unidos y al final ha tenido que quedarse, se llama Louis pero le gusta que le llamen Ele, dice que Louis lo ve muy común.

Taylor y Alix me habían explicado la enfermedad, de hecho me habían llevado a muchas de sus expediciones a la ciudad. Taylor era muy buen profesor, aparte de enseñarme datos acerca de este virus, también me ha explicado algunas cosas que no sabía, además de enseñarme qué hacer con heridas graves o reconcoer síntomas de otras enfermedades contagiosas. Era un chico demasiado serio para su edad, siempre te trataba como si fueses otro profesional. Pero a la vez, su presencia me hacía sentir tranquila, nunca he sabido por qué.

Ahora vivía en una casa del campamento que está a pocos minutos por detrás del edificio del General, una zona apartada y con poca gente, algo que me encanta. Vivía sola, ahora acompañada de un pequeño cachorro que encontré en una de las espediciones, se llamaba Perro. Que sosa soy, lo sé, pero no sabía que nombre ponerle. Eso sí, era un pastor negro Belga precioso.

¿Los demás? Bueno.. la verdad es que han pasado muchas cosas desde entonces [Ríe]. Seguimos todos vivos y en perfecto estado, Peter se ha unido al grupo de caza así que le veo un poco menos que a los demás porque siempre está en las escapadas a recoger comida y demás. Robert está como herrero.Sí, como lo oís. Ahora se dedica a hacer espadas y similares, de hecho me regaló un machete precioso, me talló la hoja por un lado y puso mi nombre, fue un regalo muy bonito. Sobre sus hijos, ellos van a la escuela y poco más.

Double Tap (Historia de Zombies)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora