Luna era una chica de 21 años que vivía sola en su humilde y cómodo apartamento. Ella era la típica chica jodona y sarcástica, morocha y de estatura promedio. Con respecto al amor, salía, como la mayoría de los de su edad, pero hasta ahora nadie le había hecho un click en la cabeza. HASTA AHORA. Bueno, aquí comienza su historia.
Esa noche lluviosa, la solitaria chica se recostó en su sillón mugroso de departamento a ver por fin su episodio de Gossip Girl. Obvio, le reeee daba a Chuck Bass como cerdo al barro, pero sin embargo soñaba con su hombre ideal al encandilarse e impactarse con la tele y su programa.
Ella se lo imaginaba alto, de 1,80 más o menos. Con el pelo castaño como su cafe Starbucks y claro, en punta y sedoso. Con sus ojos marrones cual chocolate derretido que le penetraran el alma. Y también lo veía delgado, pero ni mucho ni poco, delgado. Y finalmente, de su edad, ella no quería ser arrestada.
Ella debería dejar de fantasear con el "asunto honk honk" y con su hombre, ya que mañana tendría una entrevista de trabajo. Se acostó, apago las luces y durmió como un bebecito, acunado por los pensamientos de SU HOMBRE IDEAL.
A la mañana siguiente se bañó, se vistió rapidísimo y en el apuro pasó por un Starbucks dónde compró un cafe latte blanco y un bagel.
Llegó al lugar de la entrevista y lo primero que pudo ver fue al hombre que siempre había soñado, lavando un auto con una sensualidad impactante. Porque la entevista era en un lavadero de autos: "El lavadero de autos del Sr. C". Sí, Luna no tenía muchos conocimientos y apenas podía dignarse un trabajo así durante sus estudios. Aunque, si somos sinceros, no sabía ni como manejar una manguera, y esto puede tomarse en muchos sentidos.Luna se mordió los labios al ver como el hombre misterioso ese manipulaba de tal forma la esponja.El hombre se acercó y le dijo:
?: Vos debes ser Luna.-A decir verdad tenía voz algo corneta. Pero a Luna le fascinaba, al oir cada palabra le recordaba al cuarteto de instrumentos de viento de Nueva York, sexy y armonioso, el cual le encantaba.
L: emmm si, soy yo. Vamos adentro? Así comenzamos la entrevista.
?: como no? Pase usted.Pasó Luna mientras el hombre se ponía su remera. Y Luna notó que ademas de apuesto era caballeroso, estaba delirando.
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No Se Cuantas Sombras Del Sr. C
HumorDicen que hay un amor ideal para cada persona. Y la Srta. Luna está a punto de descubrir el suyo de maneras algo alucinantes, humorosas y fuertes en esta historia. (Bastante ATP)