Llevaba al menos 1 hora buscando a su perro, pero no había ni rastro de él por ningún lado. Preguntó a varias personas haber si se habían visto una mascota como la que les mostraba a partir de una foto que tenía en el móvil, pero nadie sabía nada. Desesperada decidió llamar a sus amigos. Fue uno a uno hasta que por fin alguien respondió:-¿Abigail?
+Allison, por favor, tienes que ayudarme. -su voz comenzó a quebrarse-
-¿Qué ha pasado? -preguntó preocupada-
+Es Boby... No sé donde está... -comenzaron a surgir lágrimas de sus ojos-
-¿Cómo que no sabes donde está? -dijo confundida-
+Empezó a tirar de mi... yo no tenía fuerza... y se fue -encontró un banco y se sentó, le temblaba todo el cuerpo-
-¿Dónde estás? -se notaba que estaba puesto el altavoz, ya que se oía su voz alejada-
+Estoy en uno de los bancos, sentada, enfrente de la playa... -contestó mientras se secaba las lágrimas-
-Vale, voy para allá.
La llamada finalizó. En apenas 5 minutos, Allison estaba allí junto a su amiga. Lo primero que hizo al verla fue darla el gran abrazo que sabía que necesitaba. Cuando la notó un poco más relajada, se atrevió a preguntarle a Abigail, qué había pasado, ya que al estar alterada, no había conseguido entenderla prácticamente nada por teléfono.
-A ver, Boby tiró de ti, la correa se soltó y le perdiste la pista, ¿no?
Su amiga asintió.
-Vale, entonces lo primero que tenemos que hacer es llamar a tus padres...
+No, a mis padres no, me van a matar -dijo negándose y comenzando a llorar de nuevo-
-Abigail, tus padres son los que más van a poder hacer. Tenemos 16 años, ¿crees que alguien nos va a tomar enserio? Además, estaría bien hacer unos carteles por si lo ven que os avisen...
Abigail estaba en shock, nunca la había visto así Allison, así que cogió su móvil y marcó el número de teléfono de la madre de su amiga. No sabía cómo decírselo, no era algo fácil de explicar y menos ella, que realmente no tenía muy claro lo que había sucedido. Tras unos segundos de incertidumbre, la madre de su amiga había cogido el teléfono y le contó todo lo que había ocurrido. Ambas concluyeron que lo mejor era que Abigail fuera a casa y descansara mientras que las dos se encargaban de todo. Tras colgar, la joven se levantó del banco, se dio la vuelta y se quedó observando a su amiga. Después de unos minutos así, se puso de cuclillas, apoyando sus manos en los muslos de la muchacha, decidida a hablar con ella.
-Abigail, es tarde, debes ir a casa y descansar.
+¡No! No quiero volver sin Boby -dijo con tristeza-
-Hoy ya no podemos hacer nada más, ha oscurecido hace un par de horas y no se ve nada.
Sin ganas siquiera de protestar, Abigail se levantó de su asiento y cabizbaja comenzó a caminar. Allison se puso en pies y siguió a su amiga. Colocó un brazo sobre sus hombros y esta apoyó su cabeza sobre el de su amiga.
Al llegar al portal, ya estaba la madre esperando. Corrió hacia su hija y la tomó de los hombros llevándola así hacia la casa. Entró en el portal, no sin antes girarse y hacerle un gesto de agradecimiento a la amiga de su hija. Allison comenzó a caminar hacia su apartamento, pensando en como poder encontrar a la mascota, cuando unas gotas empezaron a caer del cielo. Al principio, intentó evitar que estas empapasen su ropa, pero cansada dejó de hacerlo, caminando tranquilamente bajo la lluvia, una lluvia que en un principio era suave pero que tras unos minutos comenzó a ser muy intensa. Ella tan solo miraba al suelo, pensando en... nada. Miró a ambos lados antes de pasar por el paso de cebra, su mente estaba a todo menos a lo que tenía que estar, por lo que cuando un coche se acercó por su izquierda, no se dio cuenta hasta que este la dio un leve golpe en la cadera provocado que cayera al suelo. Rápidamente, se escucharon dos golpes provenientes del vehículo, lo que la joven supuso que era el sonido de dos puertas cerrándose. En un abrir y cerrar de ojos, un joven de unos 17 años junto con su padre la observaban.
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In the real world...
Novela JuvenilEl día a día de una chica de 16 años es más duro de lo que los adultos consideran. Por lo menos eso piensa Allison, no de todos ya que siempre hay excepciones, pero si de sus padres. Según ellos la vida de los adolescentes de hoy en día es un camino...