Allison se quedó ahí plantada, como si sus pies se hubieran convertido en firmes raíces que se habían agarrado al suelo. Una sonrisa se asomaba en su rostro. Era imposible no darse cuenta de su felicidad. Hasta sus ojos brillaban de una manera especial. Una voz hizo que volviera a la realidad.
-Jovencita, vaya a su clase, que el timbre ya tocó hace rato- le riñó un profesor-
No contestó, directamente hizo caso omiso a aquello que le había dicho el maestro y se dirigió a su aula. Llamó a la puerta y el profesor no pareció sorprendido al verla asomar su cabeza por el marco puerta. Pidió permiso para poder acceder a la clase y tras una mirada no muy convencida del maestro, entró y se sentó en su respectivo asiento. Miró a Abigail, la cual la observaba con expectación, esperando cualquier tipo de señal que le diese alguna pista de como le había ido. Su amiga la había ayudado pero, cuando ella decía que necesitaba un empujoncito, se refería en un sentido metafórico, es decir, ella no la pedía que la pusiese la zancadilla, ¿no? Por lo que le hizo un gesto de que le iba a cortar la cabeza y dirigió su mirada a la pizarra, en la cual su profesor había comenzado a apuntar ciertos datos importantes que no estaban en el libro y que seguramente metería en el examen, algo típico en él. Allison intentó prestar atención pero como siempre, esto le era imposible. En su mente, se repetía una y otra vez lo que había ocurrido hacía unos minutos. Apoyó su rostro sobre la palma de su mano derecha mientras suspiraba. Ese contacto de sus ojos con los de él le había producido esa sensación de que con una simple mirada su cuerpo se derretía. Ella aunque no lo quisiera admitir, sabía lo que esto significaba, pero era algo que no llegaba a entender. ¿Cómo un chico del que sólo conocía su físico, podía haber provocado esos sentimientos en ella? Fiel defensora de la importancia de la personalidad sobre cualquier otro rasgo de una persona, ¿realmente ha podido ser tan superficial como para enamorarse de un chico por su físico? No, eso era imposible, ¿enamorarse? Que locura, lo que debe existir es una simple atracción, ¿no? ¿Entonces que era eso? Golpeó su frente, intentando desechar cualquier idea absurda que le pudiera surgir en esos momentos de confusión. Una pequeña parte de su conciencia la aconsejó "presta atención, si sigues así no vas a aprobar" pero como muchas veces pasa en la vida, el mal gana el bien, sus pensamientos iban a continuar en donde se encontraban antes de que hubiesen sido interrumpidos, cuando el profesor llamó su atención.
-Allison, vamos a hacer un experimento contigo, ¿puedes salir un segundo de la clase?
Iba a renegar pero sabía que no iba a servir de nada, por lo que accedió a su petición y abandonó el aula cerrando la puerta tras de sí. Pasaron unos minutos hasta que se abrió la puerta de nuevo y el maestro la dio permiso para que pasara. Todos estaban en silencio y todos observaban cada movimiento que realizaba, esto la hizo ponerse nerviosa.
-Allison, ¿tienes novio? -preguntó el profesor descaradamente-
¿A qué venía eso?¿De que iba su profesor de filosofía?¿Y a él que le importaba?
+¿Qué?
Todos sus compañeros comenzaron a reír, ella no comprendía absolutamente nada.
-Que si tienes novio -volvió a cuestionar la pregunta-
+No entiendo a qué viene la pregunta-dijo molesta-
Todos rieron, el profesor al verla tan confusa como él esperaba, la explicó de que se trataba el experimento.
-La prueba consistía en que, cuando a una persona la preguntas sobre algo que la puede resultar incómodo o que no quiere responder, esta te contestará con evasivas o te pedirá que lo vuelvas a repetir aunque lo hubiera entendido perfectamente a la primera, es decir, exactamente lo que tu has hecho.
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In the real world...
Fiksi RemajaEl día a día de una chica de 16 años es más duro de lo que los adultos consideran. Por lo menos eso piensa Allison, no de todos ya que siempre hay excepciones, pero si de sus padres. Según ellos la vida de los adolescentes de hoy en día es un camino...