LAZOS DE SANGRE (TERMINADO)

Capítulo 6: Te extraño

  
Sentí sus lagrimas calando el fondo de mi alma, sentí flaquear mi voluntad, lo vi tan indefenso y por un momento quise abrazarlo y perdonarlo, sentí casi el roce de sus labios pero recupere la cordura y salí de ahí antes que cometiéramos una locura y alguien nos descubriera. Cruce toda la sala sin levantar cabeza hasta el jardín trasero y tome aire tratando de acomodar mis ideas mientras caminaba de aquí para allá dando círculos. Mi madre había salido tras de mi

-Sa Mi cariño ¿Estás bien? –me pregunto

-Ah

-¿Que si estás bien? –repitió

-Si...- dude- ¿Por qué preguntas?

-Te vi salir algo contrariada, ¿Ocurrió algo?

-No para nada, es solo que.... –pensé que decirle- Me iré a la casa ya –le dije

-Tan temprano, pero si acabamos de llegar -me dijo

-Si lo sé, pero tengo algo que hacer –le mentí

-¿Segura estas bien? –insistió mi mamá

-Que si –le dije- No le digas a mi papá, no quisiera que se preocupe por nada –ella asintió y me marche de ahí. Cuando llegue a mi casa, me encerré en mi cuarto ¿Qué haría? ¿Si lo perdono, como le hare para no tener dudas de él? Pero si no lo hago, ¿Cuánto tiempo más podre resistir sin su calor? Sentía mi cabeza explotar de tanto pensar, llevaba como media hora en esas cuando la puerta de mi cuarto se abrió

-¡Kim Bum! –Dije con sorpresa al verlo al pie de la puerta -¡¿Qué haces aquí?!

-Mi tía me dijo que no te sentías bien y que te acompañara un rato –dijo y parecía preocupado

-Pues no es necesario –le dije- Estoy bien así que vete

-Sa Mi...

-¡No me oíste! ¡Vete! –me levanté y lo empuje fuera de mi cuarto

-Mi amor –dijo sujetando mis brazos para que dejara de empujarlo- Porque no acabamos con esta tortura para ambos, nos está destrozando. Por favor

-No me vas a envolver de nuevo con tus palabras –le dije- Salte de mi cuarto ahora

-¿Estás segura que es lo que quieres? –Me pregunto- ¿Que me olvide de ti? que vague de nuevo por otras pieles intentando olvidar la tuya. ¿Es lo que quieres? –Me pregunto decidido, no respondí- De acuerdo, si es eso lo que quieres –había decisión en sus palabras- Hacerte sufrir jamás fue mi intención, yo solo... yo solo quería amarte. Y aunque ahora me vaya realmente no quiero perderte. Pero tal vez es lo mejor, me doy cuenta que solo sé hacer sufrir a quien me quiere, alejarte de mí tal vez es mi más grande prueba de amor, ya que de esta manera dejare de hacerte sufrir –deje de forcejear con él, sus palabras sonaron tan auténticas, y parecía decidido- Perdón, por no ser lo que esperabas que fuera, después de todo no soy un ángel caído del cielo, sino un demonio que te ha cubierto de oscuridad. Y la luz de tu dulce amor no es suficiente para cubrirnos a los dos. Finalmente lo entendí Sa Mi. Dejarte ir, es lo mejor que puedo hacer –se le quebró la voz- Aunque eso me mate por dentro –él dio la vuelta para salir se acerco hasta el umbral de la puerta sentí en ese momento que al irse se llevaba la mejor parte de mi vida con él y en un loco impulso, lo abrace por la espalda, deteniendo su partida

-Me haces sentir como la villana de la película, la que no es capaz de perdonar –le dije con reproche sin soltarlo

-Es lo último que quiero –me dijo y se giro lentamente, de pronto cayó de rodillas a mis pies y con lagrimas en los ojos me dijo- Sa Mi por favor regresa conmigo, perdóname