LAZOS DE SANGRE (TERMINADO)

Capitulo 9: La despedida para Bummie

Ese fue el momento que mas desee olvidar en mi vida, el solo hecho de recordarlo me hace brotar las lágrimas sin cesar. Las palabras de mi tío Sang Joon retumbando en mi cabeza siendo parte de un sueño, o más bien de una pesadilla que quise olvidar, pero sin poder conseguirlo, a penas si puedo recordar las lagrimas incesantes de mi tía aquel día, las miles de preguntas que su esposo no fue capaz de responder. La impotencia de Kim Joon al saber de lo ocurrido, y a mí, al gran dolor que nació ese día.

Recuerdo a mi tía llorando sobre el cuerpo inerte de su hijo menor, una vez que llegamos a la morgue, recuerdo a mi tío intentando separarla de él para calmarla, recuerdo a mi primo Joon estar totalmente mudo y llorando en silencio junto a sus padres, y yo sin ser capaz de llorar más de lo debido por mi amado primo tal vez por el miedo a que se descubra nuestra verdad, verdad que él se llevo con su muerte dejándome sola, viva y muerta a la vez.

De la nada salió un hombro donde llorar, era mi padre, se había enterado de lo ocurrido y como se lo esperaba llego hasta el lugar para ayudar en lo que se podía, fue él quien me saco de ahí, para que dejara de presenciar lamentable escena. Luego cruzo palabras con el tío, una vez que consiguieron sacar a mi tía y mi madre la acompañaba.

Todos aguardábamos en la oficina del comisario, compartiendo no solo la habitación sino también el mismo dolor. Escuche los pormenores de lo que sabían y con cada palabra de él sentía un puñal clavado en mi corazón, la manera como lo hallaron y saber cómo murió no calmaban el dolor, solo lo empeoraban

-Después de hacer averiguaciones del caso creo que no hay mucho más que especular

-¿Confeso? –pregunto mi tío

-Insiste en su inocencia, afirma no tener nada que ver con lo ocurrido a tu hijo

-Pero fue él –intervino Kim Joon- Fue él quien lo mato, usted lo dijo –estaba muy contrariado

-Lo que sabemos es que con la misma arma propiedad del señor Kim Eli fueron asesinados tu hermano y la señorita Im Yoon Ah –al oír ese nombre levante la vista y me acerque a ellos

-¿Im Yoon Ah? –Repetí- ¿Está muerta?

-Así es. El sospechoso que tenemos en custodia, era su prometido. Ya había tenido problemas con Kim Bum por que al parecer tenía una aventura con ella –lo soltó así tan de pronto sin anestesia que mi primera reacción fue de negación

-No, claro que no –todos me miraron- Ella y Bum no tenían nada –lo dije y sonaron tan seguras mis palabras, que el comisario tardo unos segundos en contradecirme

-No es lo que hemos averiguado Sa Mi, el hecho está en que este caso se enfrasca en un homicidio por celos

-Ya le dije que no es así –insistí- Kim Bum no tenía nada con ella, él... él

-No puedes asegurar algo así querida –intervino mi madre

-Yo lo conocía –le dije- Lo conocía mejor que nadie y sé que no volvió a verla... Yo lo sé –dije y no pude reprimir más tiempo mis lágrimas

-Tal vez creías conocerlo –me contradijo el comisario- Pero en el juicio a Kim Eli saldrán muchas cosas que tal vez no sepas de tu primo, debes estar preparada –y luego volteándose al resto dijo- Deben estar preparados

No importaba lo que él dijera, yo sabía quién era Bummie y nadie me haría cambiar de opinión. De aquel martes negro como suelo llamarlo, lo más triste no fue ver llorar a mis tíos por un hijo amado o a mis primos por un hermano perdido, ni siquiera a mí que a pesar de todo y lo mucho que lo amaba no tenía el derecho de llorar sobre su ataúd del modo que mi inmenso amor lo haría.