Todo esta oscuro...
Tengo miedo. Oigo la voz de mis pensamientos.
Soy yo. Pero por alguna razón no puedo oírme.
No siento mi cuerpo. No se donde estoy.
¿Estoy muerta?
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Josh.
Ese nombre que tantas veces había gritado, cantado, llorado y soñado.
Pero ahora no recuerdo el dueño.
Imágenes fugaces es lo único que tengo.
Un día frío de invierno, yo estoy sentada en un columpio. -¡Más alto Josh, más alto!- grito al balancearse hacia delante y hacia detrás. Tenía unos cinco años. Detrás de mi, él.Un chico más mayor que yo, un par de años quizás. Moreno y ojos claros. Un color verde que me hipnotizaba. El empujaba mi cuerpo sobre el columpio, con suaves caricias en la cintura. Casi podía creer que estaba volando.Con el viento golpeando mi cara. Me sentía segura al saber que Josh estaba ahí.
De nuevo, el recuerdo desaparecía de mi mente.
Tiene gracia, el hombre que me tiene presa, podría ser el chico del que llevo enamorada toda mi vida.
La misma silueta, vuelve, está ahí.
No puedo descubrir su rostro.
El me sujeta bajo los brazos y me sienta en una silla de piedra. Sujeta con la boca una linterna.
Me agarra con arneses para evitar mi caída en picado directamente hacia el suelo.
Se sienta frente a mi. Su cara está cubierta, dejando al descubierto sus ojos.
Esos ojos... Solo me hacían pensar más. Josh.
Mi miedo aumentó considerablemente.
Solo quería descubrir quién era, esa persona misteriosa.
Simplemente me aterra pensar que él es el culpable de mi estancia en este sitio, o donde quiera que esté.
Se queda mirándome, levanta la manga de mi vestido y sujeta mi brazo sin vida. Saca del bolsillo trasero de su pantalón un frasco, es transparente y contiene un líquido, puedo leer triazolam. Introduce el líquido en mi brazo inyectando una aguja.
Una lágrima cae de mis ojos, no puedo evitarlo.
Se acerca a mi y la limpia. Deja la linterna en el suelo, lo que hace que se nos distinga mejor.
Está a tan solo unos centímetros de mi.
Pero entonces, solo me observa durante unos minutos, se queda mirándome.Podía sentir su respiración.Estaba cerca, muy cerca.
Soltó un fuerte suspiro, dijo algo pero no he logrado descifrarlo, apenas lo entiendo.
