Todo esta oscuro...
Tengo miedo. Oigo la voz de mis pensamientos.
Soy yo. Pero por alguna razón no puedo oírme.
No siento mi cuerpo. No se donde estoy.
¿Estoy muerta?
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
He tomado declaración respecto a lo ocurrido. Estoy sola, sentada en una silla en una amplia habitación de tonos fríos y húmedos. La sala de espera de la comisaría.
Josh entra por la puerta y se sienta a mi lado.
- ¿Estas mejor?- me pregunta , todavía no le he perdonado. No.
- Déjame, no quiero hablar.
- Disculpa - dice con ironía - el hecho de no querer herirte con mi muerte es digno de respeto.
- Deberías habérmelo dicho.
- Decirte el que. Oye mira, pues eso, que estoy muerto. - dice con tono de burla. - ¿eso es lo que quieres que te diga?
- Si, no hubiese estado mal.
No se porque hablo con él, está muerto. En teoría los muertos no están aquí ¿no? Sé que solo es una alucinación, pero no es justo. La pregunta es ¿porqué a mi? ¿ por qué Josh?
- Está claro que no te enteras. - le digo
- Que no me entero ¿de que?
- De que has dejado que me enamorase de ti.
- ¿Que?
- Si.
- Tienes que pasar página.
- Y de qué me sirve. Puedo guardarte en el recuerdo.
- O puedo quedarme contigo.
- Lo sé, pero no estoy segura de querer tener un espíritu aferrado a mi eternamente.
- ¿Y porque no? Podría ser divertido.
Los dos nos sumergimos en risas. Pero pronto nos quedamos en silencio y mi expresión cambia firmemente.
- No lo entiendo.
- ¿El qué?- me dice él.
- Vi a Marc dispararte.
- No, tu imaginación vió a Marc dispararme. Estas loca ¿recuerdas?
- No estoy loca.
Mi furia despierta y comienzo a pegarle. Toda mi fuerza se expresa en su cara. No estoy loca. Mis manos ensangrentadas con trozos de yeso en mis dedos. Una agente me separa de la pared a la que estaba aporreando. No estaba pegando a Josh. Solo eran imaginaciones, aunque parecía muy real. ¿Estoy loca?
- No estoy loca. - le digo
- Tranquila, no te vamos a hacer nada. En una hora unos señores vendrán a buscarte para llevarte a un sitio donde te van a cuidar, ¿de acuerdo?.
- Si, de acuerdo.
La chica me acompaña a una sala cerca de su despacho. Cura mi mano y la envuelve en un trozo de venda.
Después de un rato contando las baldosas del suelo, una mujer trajeada se acerca a mi entre una falsa sonrisa de oreja a oreja.
- Hola cielo, soy la doctora Gemma. Vamos a llevarte a un lugar en el que te ayudaremos a curarte.- ella extiende su mano y me agarra.
¿A curarme?
Me acompaña a un coche y me lleva directamente hacia el correccional Partners. Me lleva a la que sería mi habitación durante los próximos 18 años que pasaría allí. El tiempo que necesitaría hasta que Josh desaparecería de mi vida por completo.
