¿Conoces El Amor Verdadero? [PAUSADA]

Capítulo 9

Abrí la caja y mi sorpresa fue grande al encontrarme con dos aretes muy hermosos de plata con unos diamantes colgando, sonreí ampliamente pero a la vez se me quito esa expresión, Dylan me miro preocupado y yo recogí mi cabello de un lado para que mirara mis orejas mostrándole que no tenía los hoyos designados a esos aretes, el rio bajito diciéndome que no sabía pero que los podía guardar, me sentí mal porque compro esos aretes para mí y yo no me los puedo poner, al terminar la fiesta mis amigos y demás se fueron felicitándome una última vez, con mi madre nos fuimos los cuatro en el coche de Charles para subir los regalos, en el trascurso del camino platicaban todos de cómo fue este día y a decir verdad raro en mi comencé a contarles a todos el cómo me sentí y me divertí, al hablar tanto me miraron extrañados pero sonrieron, yo al notar el porqué de sus expresiones de extrañeza me sonroje cubriendo mis mejillas con las manos, Dylan me vio y tomo mi mano entre las suyas para mirarme dejando mi mano junto a las suyas todo el recorrido a casa, al llegar a esta Charles y Dylan nos ayudaron a mi mamá y a mí a mí a bajar mis regalos y llevarlos a mmi habitación, se despidieron y se retiraron a su casa.

Una vez en mi cuarto ya con todas mis cajas de regalos apiladas en una esquina de mi pieza decidí cerrar las cortinas y cambiarme de ropa, una vez listo, me adentre en mi baño y me quite la lentilla, me mire al espejo a mis ojos pero rápidamente aparte la mirada hacia mi cuello... de ahí subí a mis lóbulos y con mis dedos los toque suavemente, dirigí mi mirada a la cajita de sobre mi escritorio y una idea fugaz me surgió de la nada, me dirigí a mi cama y me recosté con Bloom a mi lado, escuche como mi ventana se abría lentamente y la cortina dejaba ver poco a poco esa luz de luna permitiendo así que Dylan entrara... parece ladrón, me senté en mi cama y él se acercó a mi sentándose en mi silla del escritorio preguntándome si me había divertido, asentí con la cabeza y el sobrio, miro mi mueble de un lado de mi cama y tomo un calendario, me dijo que no tenía marcado mi cumpleaños y negué rotundamente, el me miro con duda y con señas le dije "Siempre lo olvido" el me miro sorprendido pero cuando iba a hablar con las mismas señas me comunico que de ahora en adelante será mi día especial, yo sonreí alegremente a Dy tomando a Bloom en brazos, este maulló y yo le bese la cabeza dejándolo en mi cama nuevamente, cuando volví mi mirada al chico que supuestamente estaba en mi silla este se acercaba a mi lentamente y el parado me abrazo de la cabeza diciéndome unas palabras que no logre entender "Eres muy injusta Nelly" Yo me sonroje y mi corazón latía a mil por hora, sentía ardiente mi cara y con mis manos lo separe un poco de mi temblando de estas, el me miro y con una sonrisa y un beso en la frente se despidió de mi saltando nuevamente hacia su cuarto cerrando mi ventana yo al salir de shock y volver a meter mi corazón dentro de mi cuerpo toque con mis dedos el lugar antes besado por el chico que hacía que sintiera mariposas en mi estómago y con mi mano libre toque mi pecho tratado así de calmar mi corazón, era muy extraño, pero esta sensación era linda, me recosté en mi cama y me dormí abrazando a mi gato negro de buena suerte.

Me desperté temprano, tanto que ni el sol había salido, eran las 5:00㏂, me senté en mi cama y bostece, acomode mis cobijas y me dirigí a cambiarme de ropa por una deportiva y amarrándome el cabello en una coleta de lado baja, me coloque una sudadera negra, la que Dylan traía la vez que nos conocimos, me puse mis cascos y tenis y así, me decidí a salir a correr cerrando mi casa sin hace mucho ruido, corro por las calles casi desiertas a excepción de gente que tiene trabajos matutinos, llegue a un deportivo, entre y corrí por la pista de ahí, estaba casi vacío además de las cuatro o cinco personas que mis ojos alcanzaban a ver, al cabo de tres vueltas, decidí volver a mi casa a bañarme y alistarme puesto que ya eran las 6:42㏂, corrí de regreso a casa y al llegar entre a mi casa tomando un vaso para servirme agua y tomarlo, subí las escaleras dirigiéndome a mi baño, el agua caliente caía por mi espalda, me enjuague toda la espuma del cabello y cuerpo para salir y colocarme una toalla, una vez en mi cuarto abrí mi closet para sacar la ropa pero había escuchado ruido en mi ventana asique voltee viendo a Bloom jugando con una mosca, suspire y me limite nuevamente a buscar ropa, me coloque un pantalón de mezclilla negro y una blusa de cuadros roja con negra unos tenis negros y una pulsera de los regalos que recibí, era plateada y con muchos dijes junto con otra igual de regalo de alguien más pero esta venía con un reloj, fui al baño colocándome mi pupilente café y ahora a la ventana, abrí mi ventana y me senté en el marco de esta para así abrir la de Dy, no sé porque le digo así realmente pero me gusta, una vez abierta su ventana entre a su cuarto y con cuidado de no pisar nada llegue hasta su cama, lo mire tranquilamente como dormía y parecía tan tranquilo y relajado, no parecía el, lo moví suavemente para que despertara pero mi cabello se hizo hacia enfrente tapando mi cara, trate de quitármelo dando un paso hacia atrás haciendo que pisara algo de su ordenado cuarto y cayendo al suelo, escuche como Dylan se despertaba, seguro se burlara de mi o eso pensé pero estaba equivocada, al contrario escuche un grito de su parte y un golpe en mi cabeza logrando que cayera de espaldas al suelo, me levante quitándome el cabello mojado por la ducha de la cara y mando mal a Dylan que solamente se escaso con la frase "Creí que eras la niña del aro" le lance todo lo que encontré a mi alcance y el corrió riendo hacia su baño cerrando la puerta tras el, comencé a reír bajito debido a su susto y me subte en su cama, tome un cepillo que ahí en su cómoda se hallaba y comencé a cepillar mi cabello tarareando una canción, me termine haciendo una trenza de lado con dos mechones de cabello salidos de cada lado, Dy salió ya vestido con un pantalón blanco con unos tenis y playera negros que en esta ponía "Raro por otro día" reí ante eso y el como si de una pasarela se tratara, camino como modelo frente a mí, mi coraza latió rápidamente pero a la vez la risa me gano, me gusta Dylan y cada vez es más fuerte este sentimiento en cambio no sé qué hacer con ello, me volví a mi cuarto por la ventana y el bajo a desayunar, yo baje a comer algo rápido para así lavarme nuevamente mis dientes y salir de mi casa despidiéndome de mamá tocando la puerta de su cuarto, ya una vez afuera me encontré con él, caminamos tranquilamente a clases encontrándonos en el camino con nuestros amigos y amigas, claro yo con mis típicas amigas y el con más chicas que chicos a su lado, llegamos a clases y filosofía comenzaba, hacia apuntes mientras que Dylan jugaba con mi blusa dibujando los cuadrados, pasaban las clases y me aburría, me disponía ir a la azotea para tomar un poco de aire fresco y estar a solas, subía las escaleras tranquilamente y cuando abrí la puerta de esta (la azotea) me encontré con Sarah y Alyssia mirando hacia el patio mientras reían de algo que decían entre ellas, me acerque a ellas caminando mientras la puerta se cerraba por el aire asustadnos a las tres y volteando a ver de dónde provenía tal ruido, las tres reímos y yo me acerque junto a ellas mirando lo que ellas, eran los chicos jugando Futbol de una manera divertida y sin reglas, además que lo veían porque ahí se encontraba Mario y Anthony junto con Dylan, claro que los dos primeros eran los chicos que mis amigas querían casi para futuros esposos, miraba el partido sin dejar de reír puesto que Dylan como portero había tomado la pelota con las manos y comenzó a correr a la portería contraria haciendo que Mario y Anthony se lanzaran a todos los que se le pusieran en el camino, Sarah, Alyssia y yo no parábamos re reír y creo que era tan alto que me pareció ver a Dy mirar hacia nosotras, nos sentamos en el suelo recargándonos hacia la red de metal para relajarnos un poco y así lo logramos después de unos veinte minutos, comenzamos a platicar de cosas triviales hasta que me llego una idea descabellada a la mente haciendo que se la dijera a mis amigas llamando su atención, les comente que necesitaba su ayuda a lo cual ellas asintieron y Sarah pregunto para que exactamente, mi respuesta fue simple "A hacerme los aros"