El día en que Momoi aparece

563 35 9
                                    

Makoto se encontraba bebiendo de la nueva colección de bebidas alcohólicas de Imayoshi, el de anteojos miraba a su mejor amigo, se conocían desde antes de empezar secundaria y verlo en ese estado era simplemente horrible. Pero, a pesar de sentir lastima por su amigo, sus comentarios irónicos nunca estaban de más pero esta vez se limito a mirarlo para ver su siguiente movimiento, en esos momentos agradeció vivir solo - sacando a su pareja - por que si sus padres lo veían en ese estado es probable que lo quitaran a patadas de la casa

— ¿Me dirás que te sucede o tendré que llamar a Kiyoshi de nuevo? —  y el de grandes cejas hizo una mueca de horror

— Jeje, ¿me estás amenazando? — decía con total ebriedad, aunque estaba aparentemente, con todos sus sentidos alerta

— En serio, no se que hacer contigo, le llamaré para que te venga a buscar y tengan unas de sus sesiones de  sexo diarias

  — Oh no, ni se te ocurra, eh cortado con ese bastardo — suelta con total brusquedad, y su amigo cuatro ojos lo mira con total sorpresa, le sorprende por que Hanamiya hablaba maravillas del chico y se veía que realmente le amaba, y no comprende el por que de su brutal finalización

— ¿Por eso estás así? ¿Se dio cuenta que eres un bastardo? —  bromeo, pero el otro hizo una mueca de disgusto

— Simplemente le dije que no quería estar con él, por el bien de ambos, se merece algo mejor

y ahí termino la charla de los amigos para ponerse a beber ambos

.

.

.

En cambio, en la casa de Hyuga y Mibuchi, un castaño se encontraba mirando desde el balcón, se encontraba llorando, no habían pasado ni 48 horas y se sentía como la mierda, había decidido estar un tiempo con sus amigos hasta poder estar estable pero desearía que fuese una mentira lo que esta sucediendo-le, si bien sabe que Makoto no es un santo, él lo amaba con su alma, por más de todo lo sucedido entre ellos. Tardo un año en declararse-le , para que este lo rechazará y tres meses más tarde, le pidiera que salieran de forma brusca y poco romántica, aunque Teppei lo amaba así y no pensaba cambiarlo en absoluto, capaz después de tanto tiempo juntos el peli negro se abría cansado de él decidiendo cortar todos los lazos que ambos tenían en común, entonces volvió a sollozar un poco más debían ser un poco más de las doce y los dueños de la casa ya estaban en su respectiva habitación dormitando o quizás, quien sabe que cosas estarían haciendo, decidió que era hora de dormir por que mañana tiene universidad y no cree que si se duerme más tarde pueda levantarse

.

.

.

En cambio, Hanamiya seguía bebiendo, el hongo y su mejor amigo se habían ido a acostar y quedaba el solo con las luces de la cocina prendidas mientras le daba tragos amargos al licor

  — Son igual de amargos que mi corazón — pronuncio entre balbuceos,  pensó que mañana tendría universidad y la idea lo mataba, entonces decidió acostarse en el sofá y ya vería que hacer después.

Despertó con una gran jaqueca y sobre la mesa ratona enfrente del sofá se encontraba una nota con la clara letra de su amigo diciendo que antes de irse limpie el desastre que hizo en su cocina, chasqueo la lengua e hizo lo indicado, minutos después se fue del hogar del de anteojos. Miro el reloj del teléfono, eran las 10:45, suponía que el castaño debía estar en clases, camino un poco más hasta llegar a una pequeña casa blanca, toco el timbre y una pelirrosa salió por la puerta

  — Ma-chan, pensé que no vendrías — dijo con una sonrisa esta mientras lo dejaba pasar

— No tienes a tu suerte, Momoi, ya hice lo que querías, deje libre a Kiyoshi, déjame en paz

— Mo, Ma-chan, no seas así, sabemos que fue por el futuro de Kiyoshi, además estás encadenado a mi de por vida, y harás lo que yo te diga

— Que seas mi media hermana no te da derecho a hacer lo que se te de la puta gana — la joven giro enojada y lo tomo de la camisa con enfado

— Mira bastardo, lo hice por tu salud y por la de Teppei, el idiota sufrió mucho, ¡tu lo mandaste a rehabilitación en estados unidos! ¡Tu destruiste a su familia! ¿O no te acuerdas cuando su padre dijo que desearía no tenerlo como hijo por el simple hecho de que salia contigo? Eras un maldito hijo de puta que solo lo trataba mal, y está estadía es para que aprendas que no se quiere todo lo que quiere, niño bonito — Makoto suspiro y alejo a la chica de él, por que si, Satsuki Momoi termino siendo su media hermana, algo que él no podía creer nunca, pero termino siendo hija de una infidelidad de su padre, por cosas de la vida, termino en esta telaraña de mentiras

.

.

.

Un día nuevo en la universidad empezaba para Kiyoshi quién ya se encontraba cansado, tuvo cuatro horas seguidas de equitación y ahora por suerte tenía el receso más largo, de algo así como una hora, aproximadamente. Se encontraba en el patio, comiendo algo ya que ni había desayunado, a su lado se encontraban Kotaro y Riko, ambos estudiaban en la misma cede pero no las mismas carreras, Kotaro contaba como se había encontrado al capitán de Shutoku en su clase, del que estaba enamorado desde hace 2 años, Riko decía que en cualquier momento mataría a su profesora por enviarles tantos trabajos para cerrar el semestre y él tenía la cabeza en cualquier lado

  — Hey, Teppei, ¿te encuentras bien? —  le pregunto preocupada Riko

— Riko-san, dijo Reo-nee, que Makoto lo había dejado —  le susurro el rubio, y la expresión de la castaña fue de terror

— ¡Ese idiota! ¡Le quitaré las tripas!

— Riko, tranquila, estoy bien

Teppei sonrió, pero Riko sabía que eso no era del todo cierto

.

.

.

 — y bien, ¿entendiste lo que harás? — le pregunto por enésima vez, Makoto estaba a punto de matar a cualquiera, el plan de su media hermana consistía en que se quedará con ella, al menos hasta que él termine la universidad, lo cual seria por dos enteros años, y después que hiciera lo que quiera con su vida ¡COMO LA ODIABA! La quería ver muerte a toda costa, esta chiquilla no hacía nada más que sacarlo de sus casillas y él terminaría sacando-le las cuerdas vocales

— Repite-me como es que Aomine te aguanta —  Momoi, enfadada, camino a su habitación con paso firme, el golpe de una puerta se escucho y Hanamiya al fin pudo suspirar, ya no lo aguantaba, esto era demasiado para él y lo único que le faltaba era vivir con una loca


Serie de sucesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora