Espérate, que a lo mejor
Se acaba la fiesta y quedamos dos
Espérate, recuérdame
Que te abra las puertas de mi querer
Yo no seré, quien sople al sol
Quien pierda el paso y pise la flor
Acuérdate, ya lo verás
En ti encuentro las llaves de la felicidad
¡Anda provócame!
Recuérdame, que diga no
Al frío, a la pena, diga no al dolor
Empújame y oblígame
A dar otro paso para caminar...
¿Qué son 5 años de una relación?...eso me preguntaron cuando cambie mi estado para pasar de "en una relación" a "soltera".
Intentar estar bien, ser correctamente amable con todos, usar el perfume que tanto le gustaba, salir en cada foto de perfil de Whatsapp o sentirme dividida en las fiestas decembrinas. Tantos recuerdos y tantos intentos por una última oportunidad de que fuéramos lo que deseábamos el uno del otro.
Mi habitación repleta de Él, de años y besos al aire, cada recuerdo sagrado que escribían nuestro nombre en cada rincón de mi esencia, ya no estarán sus manos listas para acariciarme o esas llamadas inclusive para pelear con el final feliz asegurado de la reconciliación.
Hace dos semanas que ya no somos lo que éramos, pero hoy me di cuenta que ya no lo éramos desde hace varios meses. Como toda historia, toda comenzó con un "¡hola!"...de esos que no te dejan dormir y te hacen ver a colores cada gesto o mala cara de cualquier mortal que a diferencia de ti, no ha probado el elixir incalculable del enamoramiento.
Ya no será mi "Él", tal vez en algunos meses será el de alguien más, tal vez nos reencontremos con otras ganas y otras historias tatuadas en el alma, por hoy su ausencia aún cala en la nostalgia y hace mis días reflexivos. Tuve la dicha de agradecerle todo lo que me enseño, la vida que me compartió y tener una despedida digna de la historia que escribimos, ambos le teníamos más miedo a las preguntas de la gente cercana que al entero hecho de terminar.
El amor se nos movió de lugar y ninguno corrió para detenerlo.
Soy una mujer que tiene la firme convicción de que cerrar el libro es bueno para escribir otro, recargar la tinta y aclarar la mente. No estoy lista para un libro de tantos tomos pero podría empezar por redefinir mi tiempo y prioridades.
Amo lo que hago, jamás lo he visto como rutina y además me pagan por ello, mi familia es un soporte fundamental y tengo amigos que, siendo pocos, son el claro ejemplo de la hermandad sin una gota de sangre compartida.
Ah sí, la razón de nuestra separación bajo el término que usan los artistas, algo así por "diferencias irreconciliables", también aplica a nosotros, un día después de iniciar nuestra relación en medio del restaurante de comida artesanal, nos prometimos el uno al otro que el día que ya las cosas cambiaran, que la chispa se fuera o inclusive, que alguien más llegara, nos lo contaríamos para evitar lastimarnos más que lo que los rumores nos echaran en cara nuestras faltas y deshonestidad.
Rompimos la promesa...4 años, 2 meses y 3 días después, nos costó decirnos que el tiempo había pasado y la magia ya no existía porque los magos se desaparecieron entre el trabajo, las cenas pospuestas, el dolor exorcizado con alcohol y las caricias protocolarias de un sexo cómo trámite para reafirmarnos que aún no lo perdíamos todo, agonizaba el deseo con la estocada de la ya moribunda seducción.
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ÉL
RomanceÉl reencuentra sin pensar a un viejo amor, ella no sabía lo que estaba por suceder. Ambos querían estar, pero no era el momento en aquella tarde de abril.