Capitulo 5: Primer dia de Clases

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En mi antigua casa las escaleras eran angostas y un poco oscuras, el lugar perfecto para que una niña de nueve años deje volar su imaginación

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En mi antigua casa las escaleras eran angostas y un poco oscuras, el lugar perfecto para que una niña de nueve años deje volar su imaginación. Los escalones de lava eran mi juego favorito. La princesa debía bajar las escaleras sin tocar los escalones de lava que anteriormente había marcado dejando un juguete en cada uno de ellos. Era mi juego favorito hasta que papá y mamá empezaron a pelear, desde la escalera podías escuchar todo lo que pasaba en la cocina sin que los adultos te vean:
- Gabbe no puede ir conmigo es peligroso. También es tu hija.
- ¿Que se supone que haga yo sola con una niña de nueve años?
No volví a jugar en las escaleras...

Después de casi una hora observando la montaña de ropa que había sobre mi cama opte por ponerme unos pantalones negros, una blusa blanca y mi suéter favorito. No sabía que usaban las chicas aquí, pero estaba segura que no había nada en mi guardarropa que se pareciera así que opte por la opción "vístete cómoda".

Baje las escaleras y podía sentir el olor a café que venía de la cocina, Henry ya estaba levantado y había preparado el desayuno para dos.

— Buen día —me dedicó una sonrisa y apoyo el plato de tostadas sobre la mesa. Empezaba a acostumbrarme al tono tranquilo de la voz de Henry— Tu primer día de clases ¿Ansiosa?

Me debatí un momento entre seguir enojada por el castigo o empezar la mañana bien - No creo que ansiosa sea la palabra. ¿Cómo crees que me veo? - di una vuelta para que observará mejor mi vestuario y luego me acerque a la mesa para sacar una tostada.

Creó que te ves bien Sonreí y me senté para tomar el desayuno, el hizo lo mismo, tomó un sorbo de su café y siguió hablando— ¿Sigues enojada conmigo?

Lo mire. Quería decirle la verdad. Quería decirle que no me interesaba su estúpido centro juvenil y que pasar tiempo de caridad con él no era una de mis actividades favoritas. Pero decidí que no valía la pena arruinar mi mañana por un castigo estúpido - Un poco - Henry siguió tomando su café sin mirarme. Parecía que no tenía intenciones de discutir.

— ¿Quieres que te lleve al instituto?

Creo que puedo caminar tres cuadras sin perderme. Gracias —Henry mantuvo su mirada fija en la taza. Ahora entiendo porque aquellos chicos lo respetan tanto, es imposible discutir con él por más que lo intentes— Ya voy tarde, será mejor que me valla —Tome mi mochila, le di un beso en la mejilla a Henry y salí.

La mañana estaba un poco fresca. Y se podía oler el rocío que había mojado el césped horas antes. Camine a paso casi tortuga siguiendo el recorrido que Henry índico. Las cuadras aquí eran más largas pero el paisaje era hermoso. Me coloque mis auriculares y puse a reproducir mi lista de temas.

Enumere los objetivos del día en mi mente: Uno, no cruzarme con Thomas. Dos, encontrar a Tayler. Tres, Rogar que un rayo haya acabado con Thian. Tres hombres, tres objetivos completamente diferentes.

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