Eran las ocho de la mañana, y Jonathan se había levantado como un rayo, por una vez tenía ganas de ir al instituto para ver a Tamara, se pegó una ducha rápida, se puso una camiseta azul con unos vaqueros y bajo a desayunar.
Cuando desayunos cogió sus cosas y salió por la puerta derecho al instituto. Cuando llegó, Tamara todavía no había llegado, sólo estaba Mark que por una ves no estaba haciendo los deberes.-¿seguiste mi consejo e hiciste ayer los deberes? impresionante.- dijo con tono sarcástico.
-muy gracioso, he tejido que venir a las ocho de la mañana para hacerlos.- dijo con un bostezo.
-la culpa es tuya, si hicieras los deberes....- empezó a decir cuando Mark le corto.
-no me cambies de tema, ayer tuviste una cita con Tamara y no me has contado nada.-le reprochó.
-no fue gran cosa.-
-¿y yo ahora me lo tengo que creer?- preguntó sarcástico.
-esta bien, fuimos a tomar un chocolate caliente a la cafetería de la esquina.-
-buen comienzo, ahora termina.-le animó.
-y ya esta, luego la lleve a su casa ye dio un beso en la mejilla.-
-¡toma, lo sabía! Haley me debe 5€- grito.
- espera un segundo, ¿apostasteis que nos íbamos a besar?- dijo con cara de incrédulo.
-bueno, si, ¡pero yo tenía razón.-
En ese momento entraron la chicas por la puerta del instituto.
-buenos días.- saludo Haley contenta.
-hola.- dijo Jonathan vergonzoso.
-hola...- contestó Tamara.
-que sosa de verdad, si yo beso a un chico a la mañana siguiente no hago como si no hubiera pasado nada.- le dijo.
-sólo fue un besito de despedía en la mejilla.-
-¿!se lo has contado!?- dijo Jonathan.
-¿y que querías que hiciera? nada más verme me ha echó un interrogatorio completo.- dijo.
-en ese caso es igual que yo.- dijo Mark.
-tu también de verdad, ¿no había nada más cutre que un chocolate caliente?- dijo Haley.
-fue lo primero que se me ocurrió.-
-pues esta tarde la invitado a cenar.- dijo.
-esta noche no puedo.- dijo Tamara.- tengo examen de física y tengo que estudiar.-
-pues que te ayude Jonathan, el es muy bueno en física- dijo Jonathan.
-¿enserio me ayudarías?- dijo Tamara muy emocionada.
-claro, la física se me da bien, ¿cuando quieres que te ayude?- pregunto.
-¿esta tarde a la cuatro?- dijo.
-allí estaré.- dijo
-vale, gracias.- dijo sonrojada.
-de nada.- decía como si no le diera mucha importancia, pero en el fondo estaba deseando ir.
Esa tarde a las cuatro en punto estaba en casa de Tamara, toco la puerta, ella le abrió y le dijo que pasara, sus padres se habían ido ha hacer unos recados y la habían dejado para que estudiara.
Estuvieron casi toda la tarde estudiando, y a las cinco y media decidieron parar un poco.
-espero aprobar, estoy muy nerviosa.- dijo sacando unos refrescos de la nevera.
-lo harás bien, has resuelto los ejercicios muy bien. No tienes motivos para estar nerviosa.- le dijo bebiendo el refresco.
-eso espero.- dijo sentándose en el sofá de la sala. De repente, Jonathan alzo la mirada y vio una guitarra y pregunto:
-¿tocas la guitarra?-
-me gustaría, pero no he encontrado ningún profesor.- dijo mirando la guitarra.
-déjamela, te enseñare a tocar algo.-
-¿enserio, tovas la guitarra?-dijo mientras la traía.
-me encanta tocar.- dijo, cogió la guitarra y empezó a tocar una melodía preciosa.
-wow, es preciosa, ¿es tuya?-dijo asombrada.
-ojala, se llama music and me.-
-¿no es de Michael Jackson?-
-si, me encanta... te enseñaré a tocarla.- dijo, se coloco detrás de Tamara y le dijo como tenia que poner los dedos, como tenia que mover las manos y todo eso. En un momento los dos alzaron la mirada y se miraron el uno al otro.
-oye... ¿te puedo hacer una pregunta?- dijo Tamara.
-claro, dime.-
-¿esto es una cita?- dijo sonrojada.
-no lo se... ¿tu quieres que lo sea?-
-no lo se... puede que si...- dijo avergonzada.
-pues entonces lo es.-sonrió.- a propósito ¿por que ayer me diste ese beso?- dijo muy confundido.
-¿te puedo confesar una cosa?- dejo la guitarra y se puso frente a el.- me gustas mucho Jonathan.-
-¿enserio?- dijo muy asombrado.
-por favor, no te enfades, es que me pareciste tan guapo, amable, cariñoso... y o pude evitarlo, lo siento.- bajo la cabeza.
-no lo sientas.-dijo alzándole la cabeza de la barbilla.- por que a mi también me gustas.- a continuación acerco sus labios e hizo el amago de besarle pero los padres de Tamara entraron y les cortaron, Jonathan se despidió y se marcho a casa. En esos momentos eran las dos personas mas felices del mundo.
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Hasta que la muerte nos separe
Novela JuvenilJonathan tenia una buena vida, estudiante de buenas notas, deportista, guapo, popular... lo tenia todo, hasta que llego Tamara y cambio su mundo por completo.