¡Pollito! ||Malum, cashton, cake||

6

Parecía que el karma había decidido que Calum no cantara con los amigos de Luke.
Luego de una hora de haber quedado con Luke había tenido que cancelarlo ya que había comenzado a devolver todos los dulces que se había comido.

— ¿Cómo has podido ponerte malo tan de repente? — susurra Louis, poniendo la palma en la frente del castaño tomando su temperatura.

—El mundo me odia — gime el moreno, acurrucándose más en el sofá — Había quedado con Luke y he tenido que cancelarlo —.

—Estoy de acuerdo con el mundo — gruñe el ojiazul, levantándose del sofá y caminando hacia la cocina en busca de alguna medicina que le hiciera sentir mejor.

— Eres un idiota — lloriquea Calum.

— Todavía sigo esperando que me des las gracias por tener que venir después de que tú mismo te hayas marchado dejando el suspense ese que tanto te gusta —.

— Es para hacerlo más dramático — se carcajea — Así te comes más la cabeza, siempre me funciona contigo —.

— Muchas veces me pregunto porque soy tu amigo, eres un infantil — suspira, sentándose de nuevo en el sofá.

— Soy un infantil, no un inmaduro — protesta — Sabes que te caigo demasiado bien como para alejarte de mi — habla orgulloso.

— Lo que digas — rueda los ojos.

— ¿Louis? — habla.

— ¿Mm? —.

— ¿Qué crees que pasaría si tuviéramos la misma vida que antes? Me refiero a cuando tú andabas tirándote hasta los arbustos y yo andaba encerrado en una casa de dementes — la habitación se queda sumida en completo silencio incómodo.

— Deja ir al pasado, Calum. El pasado pasado está — con un suspiro el moreno se acurruca más en las mantas, tapándose hasta el cuello y dejando sus piernas encima de las de Louis.

— El pasado siempre vuelve — susurra Calum antes de cerrar los ojos.

— Aprovechemos mientras que esté lejos, mientras tanto disfrutemos del presente — el timbre de la casa resuena por toda la casa, haciéndole dar un gemido ahogado a Calum.

—Calum ve, voy a vestirme, estoy en boxers — con un asentimiento de cabeza el moreno se destapa de golpe y comienza a caminar hacia la puerta.

Al abrir la puerta, la sonriente cara de Luke llama la atención del moreno, acompañada de dos pares de ojos verdes que miran fijamente el aspecto de Calum.

El moreno estaba vestido con una camiseta holgada que le llegaba hasta los muslos, unos pantalones también holgados que le quedaban demasiado grandes. Su cabello estaba revuelto y tenía unas pequeñas ojeras, sus labios estaban agrietados y sus mejillas sonrojadas a causa de la fiebre.

— ¿Chicos? — chilla Calum sorprendido.

—Sorpresa — dicen los tres al unísono.

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Siento que sea cortito, tengo problemas y no tenía tiempo para seguir escribiendo.

Nos leemos pronto.

Anónima.