Quiero que sepas que quiero que te quedes,
pero por alguna extraña razón no puedo decirlo.
Te miro a los ojos, deseando que mi mirada
te confiese todo lo que siento.
Pero mis señales no llegan hasta ti.
Creo que mi satélite está fallando.
Trato de abrazarte, pero mis brazos permanecen cruzados.
Quiero acercarme a ti,
pero mi cuerpo entero hace de cuenta que no estás ahí.
Intentas darme un beso y yo me alejo de ti.
Te digo "no".
Sonrío y pronuncio "que te vaya bien".
Y es verdad que eso es lo que deseo,
que siempre te vaya bien.
Sin embargo, también es cierto
que quisiera que te quedaras a mi lado.
No es posible.
Y la causa mayor soy yo.
Es lo más triste.
Porque te amo y nunca supe decirlo.
Porque te quise desde el principio
y siempre tuve miedo.
Y te vas...
No sé si será la última vez que mire tu rostro,
sólo sé que por tonta hoy te pierdo.
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Las cartas que nunca te entregué
PoetryOlvidadas en algún rincón de aquel viejo baúl, yacen muertas y despreciadas las cartas que alguna vez te dediqué; las miles de horas gastadas en desvelos y en fantasías anhelando que escucharas de mi voz lo que mi corazón te gritaba en su palpitar...