Capítulo 23

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    Cloe

Mierda, mierda y más mierda. Colgué la llamada y me dirigí rápido en busca de un taxi. No traje tanto dinero como para poder pagarlo. ¿A caso nada me puede salir bien hoy?
Llamo a Eli y en el segundo pitido atiende, gracias a dios que no se tomó su tiempo para contestar.
-¡Cloe! Yo n..
-No tengo tiempo de escuchar tonterías. Mira necesito que me lleves al hospital privado de Washington yo te pagaré luego.
-Pero eso está muy lejos.
-Mi madre está internada de urgencia y no sé qué le sucedió estoy a cuatro cuadras del lugar.
-voy enseguida. -Cuelga la llamada y me dispongo a esperarla.
A los pocos minutos ya estaba acá y me decía que suba al auto con prisa.
-Gracias de verdad, y lo siento tanto. No quise tratarte de esa forma solo que...- Me corta antes de que pudiera terminar la frase.
-No pasa nada Cloe, lo comprendo, estabas asustada. Ahora dime lo más importante, qué es lo que sabes de tu madre.
-Nada solo que me llamo un médico diciendo que no me preocupe pero que tuvo un accidente y que la internaron de urgencias.
-Bueno, cálmate Cloe, todo saldra bien.- Le hago una mueca como sonrisa y miro por la ventana.
Me llega un mensaje de Evans. "¿Dónde estás? Por favor no te enfades, te lo explicaré."
Dejo el celular sin contestarle.
-No seas tan dura con Evans.- Cómo carajo sabía que era él, la miro extrañada.
-Sé que es el por tu expresión. De seguro tiene una buena excusa del porque te mintió.
-No importa él en este momento.- Trato de sacarlo de mi mente y prendo la radio.
-De acuerdo.- Me dice Eli sin apartar la vista de la carretera.

El viaje se ha hecho bastante largo sabiendo que tenía que llegar rápido, pero al fin pude visualizar un cartel verde que era del hospital. Entro corriendo y me dirijo a una secretaria que estaba ahí preguntando por mi madre.
-Disculpa, pero no puedes entrar.- Me dice un doctor alto de pelo castaño.
-Pero que mier..- me interrumpe la voz de un hombre.
-A usted es Cloe me imagino.
-Sí, y ese bestia de ahí no me deja ver a mi madre.- Lo fulmino con la mirada mientras lo señalo.
-Tranquila.- Larga una pequeña risa, ¿acaso esto le causa gracia?- Es la hija.- Le dice al orangután.
Me deja asar y ahí estaba, Mi madre se encontraba recostada en una cama conectada a miles de cables.
-¿Cuándo despertará?
-No lo sabría decir con certeza, pero pronto. Ha tenido un accidente mientras cruzaba la calle la atropelló un auto que paso en rojo.- Ahogo un grito.
-Voy a buscar a ese cabrón.
-El golpe en la cabeza fue muy fuerte y perdió mucha sangre, tiene suerte de estar viva.
Dicho eso se retira y yo comienzo a llorar mientras le agarro la perfecta mano de mi madre.
-Perdóname por no haber estado contigo, no debería estar tan lejos.- Le digo con la esperanza de que me escuche.- Te amo mamá.
Luego de un buen rato salgo de la habitación en busca de mi mejor amiga. La había dejado sola cuando me llamó el doctor.
Salgo y no puedo creer lo que estaba viendo, Evans se paró rápidamente cuando salí del cuarto.
-¿Pero qué haces aquí?-Camina hasta mí y yo me alejo.
-Me mandó un mensaje Eli de lo ocurrido antes de irte a buscar.- Le doy una mirada asesina a mi amiga.
-¿Qué hiciste qué?- Me dirijo a ella.- No puedo creer que lo hayas hecho luego de decirte que no quería verlo. ¿A caso nadie me escucha en este maldito mundo?- Salgo corriendo por la puerta de la salida.
Al demonio con todos, que mierda les pasa a las personas que me traicionan cada vez que pueden, primero August que me entero que me había puesto los cuernos, luego Evans, y ahora Eli.
Me siento en una roca y abrazo mis piernas. Siento una mano cálida que toca mi hombro y yo entierro mi cabeza entre mis rodillas.
-Oye, lo siento nena.- No le contesto, no quiero seguir más peleando.- Mira, esa carrera si la ganaba me daba mucha plata, ya sé que te mentí, pero me he peleado con mi padre e hizo que me despidieran de mi trabajo y a diferencia de ti, no me dieron ninguna beca.
Levanto mi cabeza para poder mirarlo mientras que seco mis lágrimas con la manga de mi pulóver.
-¿Cómo sé que no me estas mintiendo?
-Porque ayer te he contado todo, te dije toda mi verdad y mis secretos, no tengo intenciones de mentirte, no a ti. Lo siento, sé que fui un total gilipollas pero entiéndeme que lo hice porque no tenía más remedio era eso o dejar mis estudios.
No lo dejo de mirar a los ojos y sé que no me está mintiendo. Me levanto y me dirijo hasta él para abrazarlo.
-Lo siento pequeña, no huyas nunca más de mí.
-Te amo.- Digo en un susurro.
-Yo también linda.
Nos adentramos al hospital agarrados de la mano y nos encontramos a Eli mirándonos fijamente.
-Y luego soy yo la mala de la película.- Largo una carcajada y me dirijo a abrazarla.
-Te perdono te perdono.- Me dice en un tono sarcástico mientras me corresponde el abrazo.- Ven, tú también morsa voladora.
Se acerca Evans y nos abrazamos los tres mientras nos reímos por el comentario de Eli.
-Los quiero chicos.- Digo algo emocionada.
-Nosotros no.- Dijeron al unísono.
-¡Oye!- Los golpeo y se ríen aún más.- Van a tener que aprender a quererme de todos modos.

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Siento que los ojos me pesan y me cuesta mantenerlos abiertos, mi amiga y mi novio se durmieron, Evans estaba acostado en mis piernas y Eli se recostó a lo largo de los asientos, no quiso irse a casa por más que le insistimos de que estaríamos bien.
De a poco siento como mis ojos se van cerrando haciendo paso entre los sueños, cuando la vos grabe de un doctor hace que me sobre salte.
-Señorita Cloe, acompáñeme.- ¿Qué mierda?
Me levanto sigilosa para no despertar a Evans y me dirijo hasta el doctor.
-Lo siento por las molestias pero tengo que informarle algo sobre su madre.



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