Capítulo 4

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¡El concierto fue increíble! Me lo pasé en grande, no lo olvidaré nunca. Al final Evelyne fue la que se mareó y vomitó en su coche. La pobre no pudo con tanta tensión. Creo que no está muy acostumbrada a no estar ella en el escenario. Aunque sólo participa en obras pequeñas, pero aún así su cuerpo es el de una estrella.

Ayer pasé por una tienda de discos. Vi uno de los teloneros esos, Queen. Me lo compré porque era muy barato. La verdad es que es un disco que me gusta. En serio, lo he escuchado unas cuatro veces ya. Todas seguidas. Supongo que fue un buen descubrimiento.

Por cierto, malas noticias: me han invitado a ir al reencuentro de compañeros de escuela (me han mandado la invitación... y Evelyne me obliga a acompañarla). Esto es terrible. Esa gente me amargó la infancia y me hicieron la criatura anómala que soy. No tengo muchas ganas de verlos de nuevo. Ningunas ganas. Porras.

Espero que no me reconozcan... He convencido a Evelyne para que sólo vayamos después de la cena, a un pub de copas. Cuanto menos tiempo estemos con ellos, mejor...


—Me debes una bien gorda, Ev...

—Ya verás como al final te lo pasas genial y luego me das las gracias.

—¿Apostamos?

—... Mejor no.

Estábamos entrando al local en el que habían decidido que nos viéramos tras la cena a la que no fuimos. Me dolía la barriga sólo de pensar que me podían reconocer en cualquier momento. Había intentado recogerme el pelo de manera distinta y llevaba unas gafas de sol de Ev para parecer otra persona y que no me reconocieran. Probablemente no era muy efectivo. No dejaba de llevarme las uñas a la boca, y los pies no me respondían del todo bien.

Nos acercamos a la barra. Evelyne pidió un vino blanco y yo una limonada. ¿Qué? ¿No esperaréis que me emborrache precisamente hoy? No estaba acostumbrada a beber, y ese día no sería el mejor momento de empezar.

"Surfin' U.S.A." de los Beach Boys sonaba de fondo, haciendo mi situación algo más cómica de lo que necesitaba. ¿Es esto una maldita parodia de mi vida? Ah, no. Que es mi vida original.

—¿Amanda? ¿Amanda Baxter?

Me giré ocultando mi cara tras la limonada. ¡El peinado no ha funcionado!

—¡Amanda, eres tú!

—Peter... —dije sin entusiasmo alguno. Peter Franklin era un idiota de mi clase que insultaba a todo el que quería. Antes también era el guaperas, pero parece que está un poco calvo. Un poco no, su cabeza refleja la luz y me está cegando.

—¡Pero bueno, cuánto tiempo! Vaya, vaya... —me miró de arriba a abajo, provocándome náuseas.

—Ya. Demasiado poco, al parecer —murmuré sin ser oída. Bebí de mi vaso y comencé a alejarme.

—Pero, oye. Cuéntame, ¿qué ha sido de tí? —tiró de mi hombro para que me girara a él.

—Cosas... —me quedé mirándole impasible, deseando que no me dijera nada más y poder escaparme. Puede que en mi mente estuviera clavándole el vaso en su estúpida calva. Pero sólo en mi mente.

Por fin Ev me hizo caso y nos fuimos a otra parte. Le dejé allí con la palabra en la boca. No daba crédito a lo hipócrita que podía ser ese tipo de gente. ¿Se esperaba que charlara felizmente con él? No soy rencorosa pero... aún recuerdo cuando tiraba a la basura mi almuerzo cada día y luego me pateaba la barriga. Maldito bastardo.

KEEP YOURSELF ALIVE #2: Let Me In Your Heart ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora