Capítulo 7

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Son las cinco y media de la tarde. Evelyne me ha prestado una de sus blusas y me ha obligado a maquillarme. No quiero. No quiero ir. NO QUIERO IR, MALDITA SEA. ¿POR QUÉ TENGO QUE IR?

¿... Y si dejo una nota abajo y digo que no podré salir porque estoy enferma?

También podría mandar a Ev para que le diga que no puedo ir... No. Ni pensarlo, a saber qué clase de conversación tendrían. Evelyne le haría un interrogatorio.

¿Y si se lo pido a Curtis? Mandar a mi hermano sería peor. Seguro que se quedaría juzgándolo con la mirada hasta que Freddie se marchara asustado.

¿Qué hago perdiendo el tiempo así? Qué estúpida. ¡Afronta los problemas, Amanda! ¡No puede ser tan horrible...!

O tal vez sí.



Cerré la libreta y me miré en el espejo del tocador. Sentía un deseo irrefrenable de esconderme debajo del somier de la cama. Venga, Amanda. No te vengas abajo. Todavía tenía tiempo de comprar un billete de avión a Canadá. Aunque no tenía dinero para pagarlo.

Me levanté y agarré mi viejo bolso. Lo tenía desde hacía años, pero no pensaba tirarlo. No me gustaba tirar las cosas que había usado por mucho tiempo, les cogía cariño. Además era pobre, no podía permitirme comprar cosas nuevas tan a menudo. Y todos los ahorros se iban en vinilos. Por eso tengo más discos que ropa.

Salí de mi dormitorio y pasé por el salón. La parejita estaba abrazada en el sofá escuchando el primer álbum de Supertramp.

—Me voy —anuncié sin más.

Mi hermano se inclinó hacia delante y me miró— ¿Adiós?

—Sí, Curtis. Eso es lo que se dice para despedirse de alguien —expliqué cínica.

—¡Estás muy guapa! ¡Pásalo bien en tu cita! —Evelyne..., me las pagarás... Apreté un puño y lo alcé mirándola con el ceño fruncido.

—¿Cita? —Curtis pasó los ojos de su novia a mí.

—Nada de extrema relevancia, hermano —dije como un autómata.

—Mandy va a quedar con un chico —dijo risueña mi amiga. La muy traidora.

—Evelyne... Claire... Wood..., da gracias a que soy pacifista —levanté el dedo corazón y el dedo índice entornando los ojos.

—Ni siquiera tengo segundo nombre, ¿quién es Claire? —preguntó apoyando la cabeza en su mano.

—Nadie. Claire está muerta —intenté sonar amenazante, pero probablemente no funcionó.

—Que disfrutes —me lanzó un beso y yo hice cómo que lo aireaba a otro lado.

—¿Como que va a quedar con un chico? —Curtis seguía asimilando conceptos poco a poco. Menos mal, porque no querría escuchar su discurso protector para que tuviera cuidado.

Puse los ojos en blanco y me escapé por la puerta de salida— Adiós.

—¡Amanda!

<...>

Me senté en las escaleras a esperar. Probablemente eran las seis ya. Había llegado casi con veinte minutos de antelación. Probablemente porque si me hubiera quedado arriba esperando me habría puesto aún más nerviosa. Recordé que me había dejado el diario en mi dormitorio. Tampoco creía que fuera a tener ocasión de usarlo esa tarde, pero había empezado a acostumbrarme a llevarlo a todas partes. Empecé a tararear "Home Again" de Supertramp. Era la que estaba sonando cuando pasé por la sala de estar en casa. Era bastante apropiada para el momento. Me estaba arrepintiendo de haber dicho que sí a Freddie.

KEEP YOURSELF ALIVE #2: Let Me In Your Heart ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora