Nada más llegar a la mansión Epsilon se despidió de Boris con una sonrisa y subió las escaleras hacia el que era su cuarto. Le gustaba, para que negarlo, pero no se sentía del todo cómoda en él. Era demasiado para alguien que nunca había pedido nada pues era consciente de su situación. No con eso quería decir que ella fuera un despojo humano, alguien sin orgullo y dignidad, al contrario, tenía y mucho, no se dejaba pisotear por nadie y siempre intentaba dejar muy claro que no era una presa fácil para nadie, ni para ser objetos de bromas, ni de burlas y mucho menos de algún pagafantas con sonrisa trident. Pero le gustaría tener las cosas que se merecía o que con esfuerzo se las había ganado. Y ese cuarto era mera caridad, una caridad que le hacía sentir vacía y sola, aunque con los años ya se había acostumbrado a su soledad.
Eps soltó un suspiro y se dejó caer en un puf plateado que había cerca de la estantería dónde estaban casi todos los mangas que le gustaban. Tendría que costar un auténtica pasta ese contenido, por no hablar de la otra estantería con figuras de sus personajes favoritos, de estar ahí seguramente Megera se moriría de envidia. Tenía una buena perspectiva, desde donde estaba sentada se podía ver toda la habitación, el vestidor ya era caso a parte, tenía miedo de entrar y ver cómo era su nueva ropa, ella era feliz con una simple chaqueta de cuero y unos vaqueros medio rotos. La pared malva estaba decorada con todo tipos de posters de sus grupos favoritos pero fue entonces cuando reparó en cierta guitarra, no estaba con los demás instrumentos. ¿Qué hacía allí colgada? La curiosidad la había invadido por lo que se obligó a sí misma a levantarse e inspeccionar un poco para averiguar que tenía esa guitarra de especial para no estar con las demás. Y fue cuando se acercó que la joven se quedó helada. ¿Estaba..? ¿Esa guitarra estaba firmada por..?
— Jimi Hendrix —
Epsilon se dio la vuelta para encontrarse de frente a Ágatha. ¿Cuándo había entrado?
— ¿Cómo la conseguiste? — Sabía que su tía tenía dinero, de sobra por lo que parecía, pero esa guitarra no solo sería cara, tendría que costar una pasta, estaba desgastada y parecía haber sido tocada durante años.
Ágatha se echó a reír ante la cara de sorpresa de Epsilon y le acaricio la mejilla con los nudillos, sin dejar de sonreír con dulzura. Se acercó a la pared y descolgó la guitarra colocándosela.
— ¿Tocas? — De ser así, la plateada estaría bastante sorprendida.
— No — Y soltó una carcajada. — Intento buscar.. — Ágatha no dejaba de darle vueltas a la guitarra hasta que en el mástil encontró lo que buscaba. — Mira aquí — Pasó uno de sus dedos por lo que parecía un grabado, lo que obligó a su sobrina a acercarse.
— TxL.. — Murmuró — ¿Esa guitarra es de..? —
— Tu padre — Dijo con una sonrisa — La primera cita de Tom y Linda fue gracias a esta guitarra ¿sabes? — Ágatha la acariciaba con cariño, como si fuera el objeto más preciado de esa casa.
— Me sé la historia, aunque nunca me la creí — ¿Quién iba a pensar que Tom realmente consiguió esa guitarra en aquél concurso de música? Él siempre le había prometido conseguirle otra a ella. Sentía como sus ojos le ardían al recordar todas esas promesas que ya no se podrían cumplir.
Ágatha se quitó la guitarra y la volvió a colgar en la pared para luego colocar sus manos sobre los hombros de su sobrina sonreír.
— Estoy segura de que está feliz de que ahora la tengas tú —
Epsilon sonrió, pero según la historia de su padre esa guitarra acabó quemada y hecha añicos. ¿Por qué la tenía ahora su tía? Iba a preguntarle cuando sintió que algo se movía entre sus piernas.
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Los 5 sentidos - Corazón de melón [Fanfic]
Fiksi RemajaLas hermanas Saberhagen llegan nuevas a una pequeña ciudad de California conocida como Hidden Hills, en LA. Tras la muerte de sus padres adoptivos su tía Ágatha decide adoptarlas y hacer que se muden desde NY. En esta nueva ciudad las cinco hermanas...