El coche de mamá se encontraba aquí. Eso fue lo primero que noté mientras salía de la cabina después de la escuela. Nunca llegaba a casa tan temprano, era como un pecado mortal
para ella salir de la oficina antes de las cinco.Así que, por supuesto, había elegido el peor día que yo había tenido en años para romper esta regla. Habría puesto el Mazda en reversa, si no hubiese estado observándome desde la ventana de la cocina. Me esperaba.
Justo cuando crees que no hay a dónde ir sino hacia arriba. Desabrochándome el cinturón, agarré mi mochila y salí al encuentro
de lo inevitable. Abrí la puerta de tela metálica, inhalé y entré.Mamá se encontraba sentada a la mesa, dos vasos de té humeante delante de ella. La sonrisa más grande que mamá podía formar se posicionó. -¿Cómo estuvo tu primer día?
Épicamente horrible. El peor primer día de clases en la historia del mundo. Humillante. -Bastante bien -le respondí, tomando la taza de té que me extendía.
-¿Sucedió algo especial? -preguntó, sonando interesada.
Fui nominada la puta de la escuela al final del primer período. -En realidad no -le dije con un encogimiento de hombros.
-¿Tienes amigos? -Tomó un sorbo de té, sin dejar de mirarme con esa sombra de una sonrisa.
He hecho un montón de enemigos. -Unos pocos. -Mentir no debería ser tan fácil.
-¿Has visto alguna cara familiar?
Mis padres eran más o menos anti-fans de Justin. Si lo supieran, considerarían seriamente sacarme de Southpointe y mandarme a otro distrito escolar o vender sus órganos en el mercado negro para enviarme de vuelta a la escuela privada, sólo para asegurarse de que no tuviera que pasar junto a él en el pasillo. Mientras que cualquier otra parte de Southpointe apestaba, una parte muy grande no lo hacía. Claro, no tenía, ni probablemente tengo amigos allí, el plan de estudios era el que empecé en la escuela primaria, y era muy viejo, cada sala, habitación, pared olía como una bolsa de deporte antigua.
Pero Justin se encontraba allí. Y de alguna manera, nada más que eso importaba.
-Nope. -Mi voz se rompió, alertando inmediatamente a mi mamá. Bien, así que mentir no era tan fácil-. Quiero decir, es una gran escuela. Estoy segura de que reconoceré algunas personas con el tiempo.
-Hmm -murmuró en su té. Tramaba algo. No sabía qué, pero cuando cualquier padre "tramaba algo", nunca era algo bueno-. Podría haber jurado que vi un autobús de Southpointe detenido en Last Chance Boys' Home en mi camino al trabajo.
No iba a dejar que arruine mi único pedacito de sol en ese infierno.
-¿Es esta la parte en dónde esperas que te asegure que realmente no me importa, de hecho, es probablemente lo mejor, que me saques de una escuela privada en mi último año porque no tienes dinero, y esté tirada en alguna mega escuela que tiene detectores de metales en todas las entradas? -le dije, golpeando mi té sobre la mesa-. Porque a lo mejor podemos omitir estas tonterías y, por una vez, ser honestas con la otra.Dejó su taza de té, tratando de alcanzar su sien. Esta fue la primera vez que mamá bajó sus muros en años, no sabía cómo manejar la situación.
-¿No has escuchado alguna respuesta de Juilliard todavía? -
preguntó en tono cansado.Suspiré, deseando nunca haber aplicado en primer lugar. Mi confianza en mí misma realmente no necesitaba otro rechazo más. -No
-dije, tratando de hacer que sonara como que no me importaba, pero maldita sea, lo hacía.Quería asistir a Juilliard antes de que pudiera deletrearlo. Era una bailarina, había definido mi vida desde que podía deslizarme en mi propio tutu. No me podía imaginar una vida mejor que bailar por un escenario, delante de un público, hasta la vejez o hasta que mis piernas cansadas me detuvieran, y Juilliard me daría esa oportunidad.
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«Crash, libro I»
Ficção Adolescente"El amor está apunto de convertirse en la cosa mas desgarradora para ambos" La novela NO es mia, yo solo la adapte.