R.

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Se pueden empezar tantas palabras con esa letra:

Relación,romance,real...romper.

y se pueden terminar tantas de la misma manera:

Desamor,perder,destruir...lastimar.

Y justamente así fue;así es como la segunda letra de su nombre empieza a contar la historia por sí sola.

Así es como empieza la segunda parte de esto.

¿Recuerdas que en la primera te comenté algo sobre rock? Bien,deberías ir considerándolo ya que aquí empieza lo real,y es curioso,porque también empieza con R.

Recuerdo muy bien ese día,fue uno común. Un primer día de clases normal,como el de cualquier persona.

Los siguientes fueron de igual forma,pero a medida que los días transcurrían me estaba sintiendo un poco rara.

Había hecho amigos muy buenos,como por ejemplo: los dos chicos que me hablaron el primer día. Resultó que eran mejores amigos,lo cual no tuve oportunidad de notar hasta el primer almuerzo.

Con Matthew logramos entablar una muy buena amistad a pesar de sus consejos sobre mi crecimiento. Y Noah se había portado bien conmigo desde el primer momento. Si no hubiese sido por ellos,creo que aún andaría sola.

No hice amistades con ninguna chica,pero lo prefería así. Tenía una mejor amiga que iba a otra escuela. Y a decir verdad,las chicas de esta institución no me caían bien. Ninguna de ellas,y no sabía por qué. O tal vez sí.

Rara,con R.

Sí,esto ya está pareciendo apropósito,pero créanme que no lo es.

De todos modos,así es como estaba empezando a sentirme conforme el año llegaba a su fin.

Había un chico,no era fuera de lo común,ni siquiera era popular. Si era un chico guapo,pero a su manera. Nunca había mostrado alguna emoción o algo con lo que pudiera identificar alguna cosa de su personalidad. Incluso ni en sus ojos,porque eran tan oscuros como una noche de invierno demandaba.

Puede que les suene ¿eh? Al fin están a punto de conocer al príncipe encantado de este cuento con final feliz.

Recuerdo haberlo mirado un par de veces,y esos pares se convertían en docenas y así hasta que podía voltear a ver su asiento inconscientemente todo el tiempo. No me gustaba hacerlo,pero parecía haberse hecho parte de mi propósito en el mundo.

-Pst...Sabrina,esa chica me estaba mirando-sentí un murmullo y volteé hacia el costado-mira,mira,lo hizo de nuevo-sentí unas risitas y no pude evitar sentir ardor en el todo mi rostro.

Ese día fue suficiente,juré jamás volver a mirarlo.

¿A caso eso era necesario? No lo creo.

Llámenme infantil pero estaba en séptimo grado,no hay nada que argumentar en contra de eso.

BROOKLYN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora