K.

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-Bien chicos,busquen una canción y hagan un cover-soltó como si fuese fácil.

Esta chica no entendía nada,ni siquiera sé para qué me molestaba en venir. O tal vez si sabía pero no quería creerlo. En ese momento,según yo: nunca iba a superar la etapa de negación,y hubiera preferido que se quedara así,pero lo hice... y otra vez me estoy adelantando.

Oliver arreglaba los cables para su amplificador y también chequeaba el micrófono que yo le había pedido. No había estado funcionando y había conseguido otro. Tinnah estaba con su notebook "buscando canciones" pero con eso último que nos había dicho,de seguro estaría mirando fotos de chicos en Facebook.

Mientras tanto yo tarareaba una canción,fingiendo estar haciendo ejercicios vocales. Y es que de verdad no tenía idea de dónde sacaban que yo podría cantar,es decir,si,mi madre era profesora de canto y sabía algunos trucos. Pero ¿y qué? Eso no quería decir que cantara bien. Lo que había dicho en el salón no había sido del todo broma.

Y no,no me olvido de el.

Brooklyn había terminado de armar la batería y yo no tuve una mejor idea que meterme en la boca del lobo.

-Siempre quise tocar la batería,apuesto a que puedo hacerlo mejor que tú-las palabras salieron de mi boca como si estuviese poseída,¿enserio estaba diciendo aquello?

Su mirada fue directo hacia mí y pude notar una sonrisa de burla fugaz en su rostro.

-Eso lo dudo-me guiñó un ojo y esta vez sonrió con una sonrisa que parecía ser cómplice de sus pensamientos-nadie es mejor que yo en esto,pero si gustas...-tomó los palillos de la batería e hizo un gesto de abrir ambos brazos delante de él-te enseño un poco de esto-según lo que diría alguien que no pensara mal "señaló la batería",pero yo volvía otra vez a jurar que estaba hablando con doble intención.

-De acuerdo-entrecerré los ojos mientras alzaba una ceja-que sea como en los viejos tiempos-reí entre burlona y desafiante mientras me acercaba a él.

Hacían dos años desde que peleábamos por todo en ese entonces,una de las preguntas que rondaban mi cabeza eran si aún el recordaría eso. Ambos habíamos cambiado bastante,para haber sido solo dos años era sorprendente. El ya no llevaba el cabello sobre su rostro y yo no seguía reprimiendo lo que pasaba en mi cabeza.

Me senté en el banquillo del instrumento pero casi enseguida mis niveles de temperatura comenzaron a fallar porque:
-Como quieras...-se acercó a mi oído y casi rozando sus dientes con mi oreja dijo:-nena.

Odiaba que me dijeran así. Estaba siendo una estúpida si sus juegos de niño lindo funcionaban conmigo. Y si,no tengan miedo de llamarme estúpida,porque funcionaban...el me hacía temblar hasta la médula.

Se colocó detrás de mí y rodeándome por la espalda posó sus manos sobre las mías.

-Bien,primero que nada-estaba tan cerca que debía obligarme a mí misma a prestarle atención-tienes que saber que puedes comenzar con golpes en cuatro tiempos como uno y dos,uno y dos-guiaba mis manos con las suyas-Uno en el bombo y dos en el redoblante y así sucesivamente con el platillo y las demás piezas,pero siempre en cuatro tiempos-se alejó un poco dejándome sola-Es lo más básico que debes saber-concluyó,
colocándose de costado para verme haciéndolo sola.
-¿Así?-pregunté siguiendo lo que me decía aunque era consiente de que lo estaba haciendo horrible.
-No,tienes que hacerlo un poco más lento,así-volvió a la posición anterior pero esta vez más cerca de mí y bajó mi muñeca un poco para comenzar a hacerlo bien.

Me volteé y hasta el día de hoy sigo maldiciendo ese momento. Su cara estaba muy cerca de la mía y sus ojos por fin estaban demostrando algo,pero todavía no podía descifrarlo y yo quería hacerlo,extrañamente me llamaban demasiado,de pronto yo quería todo. Ya no había negación y de un momento a otro estábamos cada vez más cerca.

Cerré mis ojos y...

BROOKLYN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora