BROOKLYN.

L.

-¡Está bien!-no grité,pero si elevé bastante el tono y di un brinco provocando que se sobresaltara-tu ganas,jamás seré tan buena-me levanté para irme pero un agarre en mi cintura me lo impidió.
-Estoy seguro de que eres muy buena para otras cosas-sonrío malicioso mientras desde el agarre de mi cintura me acercaba más a su anatomía,y no estaba segura de querer saber para qué según el yo era buena,pero de todos modos pregunté:
-¿Cómo qué?-lo que vino después me tomó desapercibida.
-Para esto-colocó la mano que tenía desocupada sobre mi mejilla dándome el mejor beso que alguien pudiese darme jamás.

Y no. No digas "aw" ni "ow" ni "son lindos juntos",mucho menos "cásense" o algo así,porque esta no es esa historia.

Y aunque esté comenzando a parecerlo,lamento decirte que no. Pero también lamento que la parte siguiente de la historia haya sucedido.

-Entonces,dime...¿quieres salir conmigo?-mi pulso se aceleró y juraba poder escucharlo sobre el sonido de las olas. Aunque estaba desconcertada por su pregunta,la cual surgió luego de una conversación tonta sobre por qué las gaviotas volaban en círculos;solamente una respuesta rondaba en mi cabeza. Una respuesta obvia aunque no inmediata.

No contesté y eso hizo que la reacción que yo encontrara de Brooklyn fuese decepción,al instante me reí.

-¿De qué te ríes?-ahora parecía más bien indignado,incluso se veía vulnerable,como jamás lo había visto.
-No puedo creer que hayas esperado tanto para preguntarlo-reí otra vez al ver su rostro alejar la tensión y mirar hacia el costado tratando de ocultar una sonrisa mientras mordía su labio inferior.
-Ven para acá-gritó con diversión y ambos empezamos a correr sobre la arena.
Estuvimos un buen rato jugando como niños que recién conocían el poder de correr,hasta que me atrapó y me besó.

Y ese fue uno de los mejores días de mi vida,lamentablemente esos ya solo son vagos recuerdos de lo que pudo haber salido bien,pero no resultó.