Nuevas Oportunidades

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Luego de ese gran suceso en el Club, Anna se dirigió a casa de Gisella, como era de esperarse, no pudo esperar en contarle a su amiga lo vivido, y esta, no tardo en hacer preguntas

- Entonces dime, como fue? fue suave, húmedo, con lengua, como fue?!

- Ay, ya callate - dijo Anna sonrojándose - el fue muy tierno, muy suave, muy atento, fue lindo, no se, no se como describirlo... - la sonrisa de Anna no salia de su cara - oye, ya, vamos a dormir, mañana tenemos que ir a la escuela

- De acuerdo, pero recuerdas cuando te dije que estabas enamorada?

- Ya! no somos nada, sólo somos amigos

- Que yo sepa, los amigos no andan besandose...

- Sólo fue un beso, eso no significa nada

Luego de varios minutos de risa, y de comer un trozo de la torta helada que Gisella había preparado, ambas amigas se acostaron y fueron juntas a la escuela.

Una vez finalizado el recreo, Anna y Gise estaban hablando cuando de repente Anna sintió como alguien tocaba su hombro. Al ver la cara de su amiga, ella pudo hacerse una idea de quién era esa persona.

Al darse vuelta, vio a Aron parado detrás de ella, vistiendo de esa forma tan peculiar que lo caracterizaba.

- Oye...- le dijo él con la mirada en el suelo

- Si... puedo ayudarte en algo? - le dijo Anna con muchos nervios

- Emm... veras, la profesora me ha dicho que eres buena en química, y me preguntaba si podrias ayudarme a estudiar - le respondió mientras se sonrojaba.

- Emm, claro, llevo mi carpeta o tienes la tuya?

- Lleva la tuya, creo que mi carpeta no esta del todo completa.

Ambos tenían su mirada clavada en los ojos del otro, y un silencio incómodo se produjo entre ambos jóvenes.

- Dame tu numero, yo te mando un mensaje para acordar alguna fecha - dijo Aron mirando aun el suelo.

Anna estaba tan nerviosa que no pudo moverse, sólo estaba concentrada en mirar a Aron. Gisella, que había estado todo ese tiempo escuchando la conversación no tardo ni un segundo y corto un trozo de papel donde escribió el numero de Anna, que de por cierto se lo sabía de memoria.

- Ten - le dijo Gisella entregándole el papel a Aron - disculpa a mi amiga, a veces se queda en este estado.

- Esta bien - dijo el joven mientras sonreía

Él no acostumbraba a sonreír, era una persona muy seria, pero aquella muchacha generó algo en el, que simplemente no lo pudo evitar.

Anna estaba petrificada, recordando aquellos ojos color miel que habian penetrado su alma en lo mas profundo, ahora sólo quedaba esperar su mensaje.

Cuando Anna estaba en camino a casa, un mensaje entró en su celular.

"Hola mi reina, como estas? Estaba pensando que podríamos ir al cine, o mejor, ir a dar un paseo a caballo, que te parece?".

Era la primera vez que Damian la invitaba a salir. Anna no tardó en contestar...



Diario de una Chica perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora