El primer Consuelo

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Anna por fin llegó al Club, y se disculpó por no haber avisado que volvería con la yegua al otro día.
Una vez finalizado todo, decidió que era mejor ir a la casa de Gisella. Quizás podría tomar un baño.
Después de un largo viaje en taxi, llegó a la casa de su amiga.
Gisella le contó sobre el tema del viaje de estudio, cosa que Anna había olvidado completamente, estaban organizando alguna manera de recaudar fondos... Y le contó que su madre había venido a buscarla. Como era obvio, ella no estaba ahí, así que Anna tendría grandes problemas cuando llegara a casa.

Anna se dio un baño, y luego, ambas amigas continuaron la charla, y le contó a su amiga lo ocurrido con Damian.

- Le dijiste que no? - preguntó Gisella bastante confundida - es que... no lo comprendo, pasaban todo el día hablando, parecían prácticamente novios ya!

- Es que... no se, la verdad no estoy segura... además...- y Anna se detuvo.

- Que?

- Me puse a pensar en Aron... - comentó Anna algo triste.

- Estas en un gran lío... Un triángulo amoroso... Mhmh.

Anna estaba triste. Estaba más confundida que nunca.

- Es que, como podía decirle que si cuando estaba pensando en alguien más? No es que no lo quiera, yo lo quiero mucho a él y a Aron..

- Aunque con Aron no hablas - interrumpió Gise

- Ya lo se... No era mi intención que pasara todo eso, yo a él lo quiero, lo quiero mucho yo... - y dejó de hablar.

- Tu que? - indagó Gisella

- Yo...creo que yo...yo lo amo..

- Sin embargo le dijiste que no...

Anna comenzó a llorar, se sentía realmente mal, y era de esperarse.

Al volver a casa, su madre estaba esperándola realmente furiosa. Lo curioso era que su padre también se encontraba allí, lo cual era muy raro, Anna casi ni veía a su padre.
Entonces su madre empezó con todo el sermón, que en donde estaba, por que había hecho que Gisella mintiera por ella. Su padre, tratando de tener una participación paterna, le dijo que estaba castigada, y que lamentaría todo lo que hizo.
Entonces, furiosa, Anna les gritó.. "Pase la noche con un chico! Y encima se me declaró y lo rechace! Y me arrepiento con el alma!". Anna salió corriendo a su habitación llorando. Sus padres habían quedado impactados, entonces su madre se dirigió hacia su cuarto.

- Anna...- dijo su madre con toda delicadeza.

Ella sólo lloraba, entonces, su madre se recostó al lado de ella y la abrazó. Así fue como Anna comenzó a llorar aún más fuerte.

- Ya mi niña... - decía la madre de Anna mientras acariciaba su cabello - verás que todo se solucionara...

Por primera vez, Anna quería que su madre estuviera más cerca que nunca, quizás ese sería el inicio de una mejor relación madre e hija.

Diario de una Chica perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora