Llamadme loca «BTS Fanfic»

18.- Ana, mi mejor amiga

[España]

-No puede ser... -Rox miraba su reflejo en el espejo una y otra vez, sin dar crédito. Ya habían pasado casi dos meses desde que BTS emprendió su gira estadounidense.

Sus piernas habían pasado de ser blancas a negras (por todo el pelo). Levantó los brazos y sus axilas estaban igual. Sus cejas formaban una sola y bajo su nariz, había un felpudo.

-Parezco el 'big-foot'... -concluyó al ver su imagen completa.

-¡Rocío! -Su madre desde abajo la llamaba.

-¿Qué? -contestó poniéndose algo de ropa.

-¡Hay una chica preguntando por ti! -Rox enarcó una ceja. ¿Quién puede ser? Metió su móvil en uno de los bolsillos de su chaqueta y bajó.

-Hola -dijo Ana, la chica que conoció en el M&G, desde la puerta. Rox se quedó boquiabierta. Corrió hasta ella para abrazarla.

-¿Qué haces aquí? -preguntó mirándola.- ¡Estás preciosa! -exclamó al ver que se había cortado y teñido el pelo. {Ana en multimedia}

-Pues a ver a mi amiga -rió con dulzura. Rox la volvió a abrazar.- No puedo respirar...

-Uy -se separó. Ambas se miraron y rieron a la vez.

-¿Vamos a dar una vuelta? Tenemos que ponernos al día -guiñó un ojo a Rox.

-Eh... tengo un aspecto horrible -dijo señalándose con ambas manos.

-No importa. Vayamos al salón de belleza. Yo te lo pago -Ana soltó una risilla.

-Ah, no, no. Yo me lo pago -le replicó.

Rox subió para arreglarse un poco; bajó y marcharon juntas a la estación de autobuses. Llegaron y fueron directas a la peluquería más famosa y fiable de la ciudad.

Pasaron allí toda la mañana. Cuando salieron, Rox estaba como nueva. Era la hora de comer. Se dirigieron a un restaurante, pero para su desgracia estaba hasta arriba de gente. Las chicas optaron por continuar, a ver si veían otro más vacío.

-Ya es la hora de coger el bús. Jo, tengo hambre -se quejó Ana mirando el móvil.

-Sí... -contestó débilmente Rox.

-¿Estás bien? -Ana se acercó a su cara. Estaba pálida.

-Sí, sí -sonrió para tranquilizarla. Siguió andando en dirección a la estación de autobuses.

Tomaron su autobús y volvieron al pueblo. Mientras iban caminando de regreso a casa, un detalle desapercibido vino a la mente de Rox.

-Oye, Ana, ¿cómo supiste dónde vivo? -La mencionada soltó una carcajada.

-Has tardado en darte cuenta, ¿eh? Pues hablé con BTS y me dijeron que habías vuelto a España. Así que llamé a Mónica, quien revisó los papeles de tu currículum y me proporcionó tu dirección -concluyó con una sonrisa.

-Vaya... te lo has currado -sonrió feliz. Jamás nadie se había tomado tantas molestias por verla.

Llegaron a la casa. Rox metió la mano en su bolso y cogió la llave. Mas cuando levantó la vista, todo se volvió negro. Podía oír y sentir los movimientos a su alrededor. Se había desmayado, pero seguía consciente.

-¡Rox, Rox! -La voz a lo lejos de Ana, que la llamaba con desesperación.- ¡Ayuda, por favor!

-Ay, Rocío... -Su madre había abierto la puerta por todo el escándalo formado. Juntas, cargaron a Rox y la subieron a su habitación.