Capítulo 1 - Noticias

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—¡Mierda! —un grito se escuchó dentro de la habitación del baño, aquel grito hizo que las personas que estaban fuera se detuvieran en sus actividades, las cuales retomaron al segundo, seguramente era Rukia otra vez peleando con algo del baño.

Más bien, dentro de la habitación se encontraba la pelinegra sentada en el inodoro con algo de color rosa en sus manos. Un test de embarazo, y marcaba positivo.

La cara de Rukia estaba contraída en facciones de angustia y miedo, se sentía derrotada; es decir sólo tenía dieciocho años y estaba pronta a comenzar la universidad en Estados Unidos. No se explicaba cómo, ni cuándo ni por qué, había sucedido, siempre era precavida y usaba protección, tanto condón como pastilla. Lágrimas habían comenzado a descender por sus mejillas... ¿Cómo le diría a Ichigo que no podrían ir a estudiar a Estados Unidos como ambos habían querido?, bueno, el aún podía pero estaba claro que él no se iría sin ella.

Miró el test por última vez y con rabia contenida lo tiró al suelo, desarmándose por el golpe.

Genial, "de mala calidad" pensó.

De repente un fugaz recuerdo apareció aclarándole la mente.

Gemidos de placer retumbaban en la habitación, ambos cuerpos tendidos en la cama en plena acción era la causa de tanto ruido.

—Para ser....uh....—el sudor bajaba por su sien mientras que por cada embestida sentía un electrizante placer —alguien que es....ah...i-inexperto....—cada vez que intentaba hablar era callada por un gemido seguido de un fogoso beso de su acompañante —te manejas....bastante bien.

Y ahí estaba, la frase completa. Y es que aquel chico se había presentado como alguien inexperto en las acciones carnales y ella le había creído, que ingenua de su parte.

El chico de cabellos celestes y rebeldes estaba posicionado encima de ella apoderándose del diminuto cuerpo de la Kuchiki, con una de sus manos acariciaba uno de los senos de la chica y con la otra estaba apoyado en la cama para no aplastarla con su peso.

Él disfrutaba y se sentía una bestia al ver la sonrisa de satisfacción de la pelinegra, cada embestida era más fuerte que la anterior y con eso le daba un placer inimaginable a Rukia.

—No puede ser...—murmuró para si —Utilizó condón y yo la pastilla....—se había levantado de golpe luego de que aquel recuerdo la aturdiera, el nerviosismo se la estaba comiendo viva y no le gustaba sentirse así. Desde aquel encuentro que tuvo con Grimmjow había pasado un mes.

Se miró al espejo y observó su aspecto, estaba un tanto demacrada, ojos rojos y pelo desaliñado. Negó con su cabeza y luego abrió el grifo del lavabo para remojar su cara, luego secó y se hizo un moño bastante desaliñado con su larga cabellera azabache.

Iría a contárselo a Ichigo, él la entendería y sabría qué hacer. Salió apresuradamente del baño olvidándose completamente del destruido test y sin dar explicaciones a nadie, tenía que apresurarse.

Corrió calle abajo lo más rápido que se permitió hasta llegar a la casa del pelinaranja. Tocó la puerta principal y esperó.

Al abrirse la puerta fue recibida por un caluroso y cariñoso abrazo del padre de Ichigo —¡Oh, mi tercera hija ha venido a visitarnos! ¡Observa Masaki lo mucho que esta niña nos quiere!

Por detrás del pelinegro apareció Karin, la hermana menor de Ichigo —Ya déjala en paz papá.

Y se fue hacia la cocina. Isshin reaccionando de a poco la soltó y le dijo —Ichigo está en su habitación, ya sabes.

Dos caminos, un destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora