CAPÍTULO V
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¡Disfruten!
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Siete años después. Tokyo, Japón.
—Ahhh...que cansada estoy —Al dar un largo suspiro Nelliel dejó caer su cuerpo en uno de los sillones mientras estiraba sus brazos —No creí que fuera a tomar tanto tiempo.
—No seas exagerada, Nell —Ichigo se sentó a su lado y le pasó un vaso con jugo.
—No soy exagerada.
—Claro que sí, sólo nos tomó un día y medio —Ichigo bebió el líquido de un solo trago, estaba sediento —Aunque generalmente debería tomar más tiempo.
—Quedó bastante bonito y acogedor.
—Sí.
Nell sonrió y se giró hacia Ichigo. Rápidamente pasó una pierna al costado de Ichigo y se hincó encima de él. Una costumbre que de primera ponía nervioso a Ichigo por los grandes atributos de la chica, ahora, estaba acostumbrado.
—Se ve agotado Dr. Kurosaki —dijo en un tono meloso mientras le besaba repetidamente —Quizás necesite una sesión.
Ichigo mantenía su siempre ceño fruncido pero aun así sonreía mientras correspondía los cortos besos de la peliverde —Usted es muy observadora, futura Sra. Kurosaki.
Ichigo se enderezo en el sillón aun con Nell en sus piernas. La abrazó y comenzó a besarle el cuello mientras bajaba por el escote hasta llegar al inicio de sus senos. Por otro lado, Nell mantenía sus manos enredadas en el anaranjado cabello, su espalda estaba arqueada dejando un fácil acceso a Ichigo hacia sus atributos.
El pelinaranja la tomó de los glúteos y de un solo impulso se puso de pie, Nell enrolló sus largas piernas alrededor de la cintura de Ichigo. Comenzó a caminar hacia la habitación mientras aún mantenía sus labios en los de Nell.
Karakura, casa Kurosaki.
—¡Masaki, nuestro hijo llegó hace dos días y aun no nos viene a ver! —Como siempre, Kurosaki Isshin se encontraba haciendo un escándalo mientras lloraba en los brazos de su esposa.
—....-
—¡Es un mal agradecido! —Seguía lloriqueando —¡Ya no nos quiere! —Isshin solo escuchaba la risa nerviosa de Masaki —¡Seguro que nos irá a dejar a un asilo!
—Quizás solo te deje a ti en un asilo, viejo.
—¡Maldito Ichigo, aparece de una vez! —abrazaba más fuerte a Masaki.
—¡Abre los putos ojos, cabra loca! —Ichigo se acercó hacia su padre y de un tirón lo separó de su madre —Casi matas a mamá.
Isshin al instante abrió los ojos y frente a él se encontraba Ichigo con su inconfundible ceño fruncido. Una gran sonrisa surgió en la cara del Kurosaki mayor y se abalanzó hacia su primogénito.
—¡Sabía que volverías, Ichigooo! —Le fue bastante fácil caer encima de su hijo y hacerle una brutal llave, mientras Ichigo se quejaba debajo de él. Lo había encontrado con la guardia baja, muy raro en el pelinaranja.
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Dos caminos, un destino.
RomanceY es que ambos olvidaron algo que nunca se debe olvidar...: que el mundo es redondo y cada camino se vuelve a reencontrar del que alguna vez se separó.