CAPÍTULO II
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Bleach no me pertenece
Enjoy this!
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El día comenzaba relativamente tranquilo y la alarma de cierto chico pelinaranja sonaba constantemente. Ichigo no lograba reaccionar del todo al ruido que emitía su alarma, tenía demasiado sueño y se sentía cansado. Con flojera contenida estiró su brazo para apagar la alarma y en aquel instante sus instintos y reflejos se activaron de forma rápida.
—¡Ichigoooo~~! —Una sombra atravesó el umbral de la puerta con gran velocidad para dar de lleno en el cuerpo del Kurosaki, más, Ichigo alcanzó a estirar uno de sus pies y golpear a su padre quien pasó por la ventana hacia abajo.
—¡Viejo loco! ¿¡Me querías matar!? —Con el ceño fruncido se acercó al borde de la ventana y comenzó a despegar los dedos de su padre que se aferraban con fuerza para no caer, irónicamente se sentía como en la escena del rey león cuando Scar tira a Mufasa, triste ¿no?.
—¡Masaki nuestro hijo me quiere matar!! —Lloriqueaba mientras lágrimas exageradas salían de sus ojos. Después de unos minutos el Kurosaki joven se cansó de aquello y se fue de la habitación dejando a su progenitor colgando de la ventana. Que bonita vista tendrían los vecinos considerando que la ropa que ocupaba su padre era horrible.
Llegó a la cocina con su ceño fruncido y vio a su madre sirviéndole el desayuno, el reloj marcaba las 07:15 am. —¿Por qué tu padre gritaba? —preguntó con una sonrisa la bella mujer.
Ichigo hizo una mueca —Ya sabes.... —tomó asiento —Lo mismo de siempre, realmente está loco.
Ichigo comenzó a beber el contenido de su vaso y recorrió la habitación con la vista —¿Dónde están Yuzu y Karin?
—Oh, se fueron temprano —se sentó frente a su hijo y éste la miraba expectante—la verdad es que no sé porque.
Una gota cayó por la sien del hermano mayor. —¿Estarán....?
Su madre le cortó mientras tomaba una de sus manos —Sí cariño, estarán aquí antes de que te vayas.
El pelinaranja sonrió, las cálidas palabras y caricias de su madre le confortaban, aprovecharía para hablar con ella aunque fuera solo por un momento, ya que era la más cuerda de la familia —¿Sabes?, estoy un poco nervioso —comió de su tostada —Es decir, no porque me iré a otro país a vivir solo, eso no....sólo qué...
Una sonrisa de burla se acomodó en los labios de Masaki —¿Es porque te separaras de Rukia-chan? —Como toda madre y mujer y gracias a su sexto sentido, ella sabía sobre los sentimientos que tenía su hijo mayor hacia la menuda chica.
El ceño de Ichigo se frunció y un leve sonrojo adornó su rostro —No, no, qué dices mamá, ya te pareces a la vieja cabra. Me siento nervioso acerca de si seré capaz de afrontar todos los desafíos que tendré que vivir estando allá....no sé, quizás es algo estúpido...
—Hijo, no es que seas un estúpido o bueno, quizás sí pero.... —a veces su madre era tal cual que su padre, de ahí comprendía el por qué se llevaban tan bien —Es normal sentir emociones acontecidas a lo que te sucederá a futuro y yo sé muy bien que lo harás excelente, tengo plena confianza en ti, además eres mi hijo —y le guiñó un ojo antes de levantarse a abrir la puerta que había sonado hacía unos segundos.
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Dos caminos, un destino.
RomanceY es que ambos olvidaron algo que nunca se debe olvidar...: que el mundo es redondo y cada camino se vuelve a reencontrar del que alguna vez se separó.