CAPÍTULO III
...
..
.
Bleach no me pertenece
Enjoy this!
Me disculpo si hay algún error ortográfico.
...
..
.
El viaje había durado aproximadamente 12 horas, esperaba que durara más, pero se había equivocado. El avión estaba aterrizando y ya era de día, aproximadamente las 10:30, luego se fijaría bien en la hora. En todo el trayecto estuvo pensando en la única persona que le robaba los pensamientos, Rukia. Ichigo suspiró y se levantó para salir del avión –el cual ya había aterrizado-.
En cierta parte, el pelinaranja miraba fascinado lo nuevo que se armaba frente a sus ojos, todo era tan diferente a Japón o Karakura. Una vez que ya estuvo fuera se dirigió hasta la zona del equipaje para retirar el suyo. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta que una persona venía en dirección contraria hacia él y chocaron.
Lo primero que pensó fue decir alguna grosería o algo –como normalmente lo hacía con la enana- pero al ver que era una mujer ni mucho menos la enana, se disculpó —Lo siento —dijo en un perfecto inglés.
Aquella mujer era esbelta, buen cuerpo, facciones dulces, cabello largo de color verde y ojos color pardo grisáceos. No esperaba una respuesta de aquella mujer...pero llegó.
—No, perdóname a mí, no te había visto, no fue mi intención —ella le respondió de igual manera en un perfecto inglés, sonriéndole.
—No te preocupes —respondió, la observó un poco más y su ceño se relajó solo un poco —Kurosaki Ichigo —se presentó, no sabía por qué lo había hecho, quizás un tonto impulso.
—Nelliel Tu Odelschwanck —siguió sonriéndole —Pero solo dime Nell.
—Está bien, Nell.
—Pareces algo desorientado... ¿O me equivoco? —Quería seguir una conversación con Ichigo, le había llamado la atención de cierta manera. De todas maneras no estaba ni ocupada.
Ichigo se llevó su mano derecha a su cabeza y se desordenó el cabello —Sí, bueno...eh yo, he llegado recién —comenzó a caminar hacia los equipajes y fue seguido por la peliverde —Vengo de Japón, ¿y tú?.
—Oh, yo soy de acá, vengo llegando de Inglaterra —Luego de que el pelinaranja tomara su equipaje salieron del aeropuerto hablando de cosas triviales.
—Te invito a beber algo —le dijo Ichigo a lo que ella aceptó con gusto —Pero tendrás que guiarme tú...ya sabes.
—No te preocupes.
Y partieron. Quien los viera diría que aquellos dos eran amigos de toda la vida, hicieron una conexión de inmediata.
Luego de unos minutos de caminata llegaron a una cafetería. Pidieron sus órdenes cada uno y siguieron conversando.
—¿Qué te trae por aquí, Ichigo? —Preguntó, mientras bebía de un vaso de agua.
—Vengo a estudiar —Murmuró —Aún necesito llegar a Cambridge, Massachusetts.
—Oh, aún te queda un poco de viaje —le sonrió —¿Y qué estudiaras?
—Medicina —se sentía bien hablando con ella. Ichigo se calificaba por ser una persona que no confiaba inmediatamente en las personas, pero en ella no vio signos de maldad o algo y eso le había instado a seguir conversando con ella —¿Y qué hay de ti?, cuéntame.
ESTÁS LEYENDO
Dos caminos, un destino.
RomanceY es que ambos olvidaron algo que nunca se debe olvidar...: que el mundo es redondo y cada camino se vuelve a reencontrar del que alguna vez se separó.