[#4] The Maze Runner: The Final Chapter (Newt y Tú) La Cura Mortal

Capítulo 5

  ¡Esto es un error, sepárense! - Gritó una de las doctoras tomándonos de los brazos.

  Newt ignora todo a nuestro alrededor, mientras lloro por lo que debe haber sufrido. Si yo lo perdiera a él, simplemente dejaría de existir. Un guardia me tomó de forma inesperada por la cintura y me alejó de él, que fue retenido por un segundo hombre. Desesperada, imploré que me dejaran quedarme a su lado, una y otra vez. Newt no deja de luchar por liberarse.

  Y así estábamos y posiblemente seguiríamos, de no ser que aquella mujer rubia llegara en el momento oportuno. Ordenó frenar todo, y se hizo. Mencionó que no había ningún error, que era parte del plan. Nos dio una severa mirada, y continuó con su camino.

  No se aplicó más violencia.

  Newt me cargó, como lo hizo siempre, y yo no podía hacer más que cerrar los ojos y pedir que nada de esto fuera efecto de los sedantes inyectados que comenzaban a hacer efecto; adormilada, sólo escuchaba los susurros de Newt en mi oído, repitiendo que me amaba y que lo perdonase por permitir que me dañaran. Me hubiera gustado decirle que no era su culpa.

  Divisé vagamente a Minho y a Thomas caminando frente a nosotros, cuando abrí los ojos para saber a dónde íbamos. Estaba harta de esos estúpidos pasillos con sus estúpidas luces en el techo. No veía la hora de largarme de este lugar.

  El destino: una habitación pequeña con dos juegos de literas, una cocina, una mesa y varias sillas. Newt me colocó delicadamente sobre una de estas camas y me regaló un pequeño beso. Sonreí, débil. Después fue a sentarse con los chicos e iniciaron una no muy animada conversación. El peso en mis párpados fue suficiente como para obligarme a dormir.

  

  Despierto, y el cuarto sigue iluminado por el tubo fluorescente colocado en el techo. En la litera inferior de en frente, Thomas duerme boca abajo. Subiendo un poco la vista, de la cama superior un brazo de Minho sobresalía por el costado, y el resto de él estaba cubierto con una manta.

  Mi cuerpo se relajó al recibir una oleada de calidez, proveniente del brazo de Newt que me atraía hacia él. Respiré profundamente, y me acurruqué lo más cerca posible, deseando que los rugidos de mi estómago por el hambre no me llevaran a levantarme para comer algo.

  Un fuerte golpe en la puerta nos alarmó a todos. Sin esperar un segundo más, aquel hombre socio de la doctora que me contó la verdad irrumpió en el pequeño cuarto acompañado de cinco hombres y mujeres armados.

  - Arriba dormilones. - Animó Janson. - A pesar de todo, decidimos devolverles sus recuerdos. Les guste o no.

  Al momento que decía eso, Newt se levantó rápidamente, quizás esperando que nos atacaran. Thomas parecía seguir aturdido por el sueño, pero fue el primero en hablar:

  - Usted nos dijo que no teníamos que hacerlo.

  - Me temo que no existe otra opción. - Respondió el hombre. - Nada resultará si ustedes tres siguen en la oscuridad. Lo lamento. Es necesario que hagamos el procedimiento. Y tú, Newt, serás uno de los más beneficiados con esto.

  Algo me había perdido. ¿Por qué él? Odiaba esto, no poder saber por completo lo que está pasando. Newt apretó con fuerza sus puños apartando la mirada.

  - Comprendo como se deben sentir. - Continuó Janson. - Vivieron cosas terribles, pero lo peor ya pasó. No podemos cambiar el pasado ni deshacer lo que ocurrió. Después de tanto esfuerzo, ¿no sería una pena dejar los planos de la zona letal incompletos?

  - ¡¿No pueden deshacer lo ocurrido?! - Gritó Newt, sorprendiéndome. - ¿Es lo mejor que tiene para decir?

  Un guardia le apuntó directo al pecho. ¿En qué diablos estaba pensando? Con cuidado, me senté al borde de la cama.