Objeto 144.

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución de salud mental o centro de reinserción social a donde puedas llegar. Pregunta en el escritorio de recepción por a alguien que se hace llamar The Holder of the Cost. Los trabajadores suspirarán, sonarán como si el peso de incontables eones se hubieran abalanzado sobre sus hombros, cansadamente saldrán de detrás del mostrador, y penosamente se dirigirán hacia el interior del edificio. Síguelos.

Ellos doblarán muchas veces y bajarán por varios pasillos, más de los que un edificio podría tener, antes de detenerse y abrirte una puerta. Dentro habrá una escalera de madera podrida, que lleva abajo a través de un túnel de barro húmedo. Cuando comiences a descender, uno de los trabajadores cerrará la puerta, dejándote inmerso en completa oscuridad. Incluso aunque lleves contigo una linterna, no querrás encenderla. Mantén tus manos alejadas de los muros y camina. Con cada peldaño que desciendas, sentirás un peso sobre tus hombros. Éste aumentará rápidamente hasta hacerse increíblemente pesado, y será un largo camino abajo.

Si llegas abajo sin ser sofocado por la carga, verás que las escaleras conducen a una rotonda subterránea, una sala circular con un techo abovedado. Aquí, también, las paredes y el suelo estarán hechos de suciedad, goteando ocasionalmente. Eso no es agua, por cierto.

El techo tendrá un pequeño agujero redondo, donde la luz solar se proyectará un hombre antiguo, sentado sobre una lujosa silla de moqueta roja frente a una mesa forjada en hierro. En su mano, tendrá un cuchillo de cocina de acero inoxidable. Aunque esté despierto, estará demasiado débil para resistirse a que quites el cuchillo de sus manos con cicatrices y cortes su garganta.

Podrás sentir una sensación punzante en tu propia garganta mientras haces esto; mira a través del espejo en la pared, y te darás cuenta que un pequeño corte en tu garganta se recupera, si fuiste lo suficientemente rápido. Aférrate contra el marco, mientras una ola de vértigo se apodera de ti.

Si el hombre ha sido despertado, podrás preguntarle: ¿Cuál es el costo de detenerlos? Y él contará justo lo que fuiste a escuchar. El costo es alto, sin embargo, es tan alto y tan horrible de contemplar que casi habrás cedido a la locura y terminado tu búsqueda en el sucio suelo frente al hombre. Incluso si no fue así, ciertamente no habrías tomado el cuchillo, después de haberlo sabido. Cuando pase el mareo, quita el espejo de la pared y sube la escalera detrás de él.

Ese cuchillo es el Objeto 144 de 538. Cortará lo que sea, pero con cada uso, sentirás su dolor.


Los 538 objetos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora