Objeto 195.

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 El Holder del Comercio

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve al centro comercial más grande que puedas encontrar; se recomienda que vayas en un vehículo rápido por si es necesario arrancar. Lleva contigo tu más valiosa posesión (no otro Objeto, pues no son tus posesiones; ellos sólo te permiten que los tengas por un tiempo). Busca la oficina de Servicio al Cliente y pregunta cortésmente por The Holder of Trade, mientras le entregas un soborno en efectivo, $1000 dólares o su equivalente local.

La persona en el mostrador mirará a su alrededor furtivamente, y luego te llevará a una puerta de una oficina cercana que no se veía antes de hablar. Golpeará tres veces y abrirá la puerta. Del otro lado debe estar un corpulento hombre canoso, vestido con un traje azul y fumando un cigarro. Si ves a cualquier otra persona en su lugar, corre por tu vida, y si eres afortunado, podrás escapar.

Él te dará la bienvenida con brusquedad y te preguntará a qué has venido. No te dejes engañar, él es sólo el guardián. Míralo a los ojos y dile: "Quiero una audiencia con el verdadero Holder". Una mirada de terror cruzará brevemente por su rostro, antes de ser reemplazara por furia mientras te dice que él es el Holder: "¿Cómo te atreves a cuestionarme?" Mantén la mirada fija en sus ojos y repite una vez más: "Quiero una audiencia con el verdadero Holder".

Finalmente se rendirá, y regresará dentro, golpeando la puerta tras de sí. No lo sigas, ni escuches sus súplicas y lloriqueo al otro lado de la puerta. Se abrirá otra vez y el verdadero Holder te guiará tomando tu mano. El Holder siempre toma la forma de un niño pequeño, aunque su apariencia exacta varía. Estará llevando un bolso de seda verde acordonado en una mano. Pretende creer que es realmente un niño. Intenta no mirarlo a los ojos; no te gustará lo que verás en ellos.

El niño te alcanzará y tomará tu mano. Las suyas estarán tan frías que temerás porque la tuya se congele y se separe de tu brazo. No te encojas ante nada. Estarás seguro tanto como no muestres indicio de que algo extraño ocurre. Saluda al niño amablemente, arrúllate sobre el. Agita su pelo si quieres. El guardián lo seguirá fuera de la oficina, reasumiendo sus modales bruscos y diciéndote que vigiles a su hijo y lo cuides bien. Ignora el hecho de que ahora él estará empezando a brotar apéndices extraños, cuernos, tentáculos, ojos adicionales, y así sucesivamente. Es completamente inofensivo; es el niño al que tienes que vigilar.

El niño te mirará (una vez más, no lo mires a los ojos), y te dirá que debes darle un regalo. Dale tu más preciada posesión. La tomará, te mirará una vez más, sonreirá benignamente y te agradecerá, luego rasgará y golpeará tu posesión reduciéndola a pedazos con una fuerza inhumana. Sonríe. Por el amor a tu alma, no te quejes. Sonríe al niño, y mantente sonriéndole mientras te lleva de la mano. El guardián se inclinará hacia ti y volverá hacia su oficina, aún ocupado en sus asuntos. Irás de regreso al centro comercial.

Se verá diferente ahora. Las luces estarán hechas de huesos y cráneos humanos, brillando con una enfermiza luz verde fosforescente, suficiente para verlos. Los muros gotearán sangre maloliente, y el piso se sentirá como si respirara a tus pies. Te darás cuenta que cada persona que veas se convertirá lentamente en algo horrible, cada uno diferente y más repugnante que el anterior. No respondas. Sonríe cuando te miren, discúlpate si te topas con alguno, y en general, actúa como si fueran humanos normales. Algunos de ellos lo son; las personas que estuvieron en el centro comercial aún son humanos, no notando ninguna diferencia en sus alrededores, aún en sus asuntos normales, su metamorfosis mera ilusión. Otros, sin embargo, ahora son monstruos, perdiendo la imagen que los hacía parecer humanos. No hay manera de determinar cuál es cuál, y no debes desperdiciar tu energía intentando. Busca un carrito de supermercado, debería haber uno cerca. No te dejes intimidar por el hecho de que estará compuesto de huesos putrefactos. El niño te hará entrega de un pergamino de piel humana. Toma la mano del niño con tu mano izquierda, y entra en las tiendas una por una.

Los 538 objetos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora