Quiet. (l.s.) [Terminada]

5(*)

×××

—Dile que te gusta, y punto. —Harry negó y luego rodó los ojos.

—No me gusta. —susurró, revolviendo molesto su cappuccino.

—¿Entonces por qué te molesta que hable con ese chico? —cuestionó el ojimarrón mientras Harry suspiraba.

—No me molesta, es que no sé... No parece un buen chico. —mintió.

Porque sí, Harry tenía celos. Desde que el ojiazul le había comentado sobre su atracción por ese tal Brad, no podía dejar de pensar en ello y en las grandes posibilidades de perder a Louis, aun cuando nunca ha sido suyo de ninguna forma.

—Yo no lo veo como un mal chico... —susurró Liam— De hecho, se ve sumamente agradable... —agregó, mirando al chico detrás de la caja registradora.

Harry rodó los ojos y bufó, mirando hacia las mesas, revisando por décima vez si Louis estaba en alguna, dándose cuenta de que aún no aparecía.

—No ha llegado. —murmuró Niall, rompiendo la concentración de Harry.

—¿Q-qué? —preguntó, intentando hacer creer que no entendía a qué se refería, cuando todos sabían que Harry estaba embobado con Louis.

—Harry... —murmuró Liam— No te hagas el idiota, se te nota cuánto embobado estás...

—Es cierto. —admitió Fer.

—No lo estoy, joder. —se puso de pie y los miró— Me aburren con sus absurdas teorías sobre mí.

Caminó rápidamente hacia la puerta que daba al patio, ignorando por completo las palabras de sus amigos.

El rizado se molestó por las palabras delatadoras de sus amigos, pues detestaba que cuestionaran su actuar. Siempre creía que sus sentimientos no los iba a mencionar a nadie, porque sabía que todos siempre lo cuestionaban, y odiaba con todas sus fuerzas eso. No quería que lo interrogaran por sentir cosas por Louis.

Harry era reservado cuando se trataba de sentimientos, y era simplemente porque cada vez que decía la verdad sobre ellos, todo acababa mal.

Mientras caminaba rápidamente por el patio, logró ver a Louis sentado en un banco, leyendo y bebiendo un zumo. Harry se detuvo a mirarlo, temeroso de ir y no ser bienvenido, de incomodarlo o incluso de molestarlo. Así que se sentó en uno de los escalones, a una distancia prudente, comenzando a observar cómo leía.

Su mente decía: "Pareces un psicópata", pero luego pensaba que era lo mejor. No quería entrometerse en la vida de Louis, cuando este estaba interesado en otro chico que quizás lo haría más feliz que él.

Cuando los ojos verdes miraron con determinación cómo el cabello lacio y rebelde de Louis caía sobre su frente, y cómo sus gafas se deslizaban ligeramente por su nariz, Harry no pudo evitar reír levemente al verlo ajustar sus gafas. En ese momento, los ojos azules de Louis se encontraron con los de Harry, al dejar de leer.

Louis rápidamente le sonrió e inclinó su cabeza hacia la izquierda, confundido al ver al rizado mirándolo desde allí. Lo llamó con la mano. Harry sintió su pecho abombado, casi buscando la calma mientras se ponía de pie y caminaba hacia él, intentando parecer tranquilo y casual.

Cuando llegó, Louis le tendió su móvil. "¿Qué hacías allí solo" —Harry pasó su mano por la nuca y sonrió levemente mientras inventaba una excusa.

—Estaba sentado... —dijo, sin saber qué decir realmente. Louis, por su parte, rió levemente y comenzó a teclear.

"¿Por qué no te viniste a sentar acá?" —Louis le mostró el móvil con una tierna sonrisa, mientras que el sol iluminaba el rostro del rizado, que estaba a punto de perder.

—Porque estabas leyendo y no quería molestarte... —confirmó, mirando sus ojos azulados, que con la luz del día parecían celestes, casi un turquesa fino y sutil.

Louis frunció el ceño y negó, para luego textear.

"No me molestas..." —Harry sintió cómo su corazón se calmaba a un ritmo semi regular, donde la sonrisa y la cálida mirada de Louis lo hacían sentir en casa.

—¿Entonces puedo sentarme? —Louis asintió y se corrió hacia un lado, dejándole un espacio a su amigo.— ¿Sigues leyendo el nuevo libro? —Louis asintió, mostrando la portada que decía "Flores acuáticas". Harry rápidamente alzó las cejas— Apuesto a que lo escogiste solo porque querías conversar conmigo sobre las flores acuáticas... —Louis negó riendo, avergonzado.

—Vamos... —sonrió el ojiverde, mientras que Louis solo se sonrojaba— Sé que te gusta hablar conmigo, y por eso lo elegiste.

"La verdad es que me llamó la atención la portada... Pero sí, me gusta hablar contigo, eres agradable". —Harry sonrió, imaginando ese "agradable" como un cumplido de conquista, no como de un amigo, pero lamentablemente sabía que Louis lo decía con la intención de solo amigo.

—Tú eres más que agradable... —mencionó sin pensar, retractándose un par de segundos después.

Louis se sonrojó de inmediato, pues había notado aquel tono de coqueteo en la voz de Harry, por lo que decidió escribir lentamente, nervioso.

"¿Más que agradable?" —Harry asintió y miró sus ojos detrás de las gafas, sonriéndole mostrando sus hoyuelos.

—Sí, me encanta conversar contigo... —Louis sonrió de vuelta, mientras sus mejillas seguían carmesí— Sé que no puedo escuchar tu voz, pero me encanta la idea de imaginar una voz angelical para ti...

Louis rió avergonzado, sintiendo cómo su rostro se enrojecía mientras sus manos jugaban con el libro, luego escondiendo su mirada en él. Harry sonrió ante su nerviosa reacción y movió lentamente su mano hacia el libro para cogerlo, sin evitar que sus manos se tocaran, acelerando el pulso de ambos, antes de comenzar a hojear el libro entre sus manos.

Louis, por su parte, suspiró y miró el perfil de Harry, pensando en las hermosas facciones que este poseía y en cómo sus rosados y gruesos labios estaban entreabiertos, mientras que sus ojos verdosos viajaban al son de la lectura.

De un rato a otro, el ojiazul se perdió en la lectura y pensaba solo en lo genial que se deben sentir los labios de Harry. La manera en la que Harry los movía al hablar, y la forma en que los humedecía con su lengua, provocaban que el color natural de sus labios brillara en su máximo esplendor.

Probablemente, Louis jamás había visto unos labios tan hermosos como los de aquel chico.

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All the lovexx