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El viento sutil que se podía sentir en aquel sitio era extrañamente acogedor. Louis estaba cómodamente calmado mientras caminaba al lado de aquel chico rizado que lo había invitado a tomar un helado.

—Y bien... ¿no te molesta que te hable? —Louis negó leve mientras miraba sus manos al momento en que ambos caminaban por el sendero de un parque cercano a la facultad—. ¿Seguro? —Louis asintió y elevó su mirada hacia aquel amable chico, quien ya lo estaba mirando con una sonrisa dulce.

—Es bueno saberlo... —susurró mostrando sus hoyuelos, y Louis le devolvió aquella sonrisa, mientras que con su delicada mano movía el flequillo que caía sobre su frente—. Yo soy bueno hablando... Me gusta hacerlo, creo que es lo mejor que puede existir y... Oh... —de pronto se calló, pensando en lo idiota que era al decirle aquello cuando este era mudo—. Lo siento, yo...

Louis comenzó a reír de forma tierna al notar cómo este se preocupaba por aquello. Harry soltó una risa al verlo taparse la boca para reír.

—¿Te causa gracia? —Louis asintió—. Yo estaba preocupado, no quería hacerte sentir mal... —hizo una mueca para luego sonreír, mientras Louis solo dejó de reír para mirarlo serio y sentir cómo sus mejillas comenzaban a arder.

El rizado notó cómo aquel hermoso y delicado chico comenzó a sonrojarse, haciendo que sonriera al darse cuenta de lo avergonzado que podía estar el ojiazul ante sus palabras.

Aun así, no quiso decir nada más hasta llegar al puesto de helados, pues no quería incomodar al ojiazul ni mucho menos espantarlo, porque claramente este estaba interesado en aquel delicado chico.

—¿Qué sabor deseas? —preguntó el rizado mientras esperaban a que atendieran a un par de chicos antes que ellos—. Hay fresa, chocolate, lima limón, vainilla y piña... —Louis apuntó el de fresa, que prontamente el rizado visualizó—. ¿Fresa? —Louis asintió sonriendo—. ¿Es tu sabor favorito?

Louis asintió mientras su sonrisa solo se marcaba en la comisura de los labios, siendo así una dulce sonrisa para el rizado, quien se había quedado mirando fijamente al más bajo, quien lo miraba riendo ante su actitud.

—Eh... —murmuró el rizado cuando notó que Louis lo había visto embobado mirándolo—. ¿Fresa entonces? —Louis asintió, para luego señalarlo a él—. ¿Yo? —Louis asintió y apuntó los helados—. ¿Qué helado elegiré yo? —Louis asintió.

—Umhmm... —miró los helados, mientras Louis observaba cómo los gruesos labios de Harry eran mordidos por sus dientes, causando que estos se enrojecieran ante la presión—. Lima limón... —Louis sonrió cuando vio a Harry mirándolo de frente, ambos en silencio.

—El siguiente... —señaló el señor que vendía helados, haciendo que Harry reaccionara acercándose al pequeño puesto, mientras Louis caminaba hacia una banca cercana para sentarse.

El ojiazul sonreía incrédulo mientras veía al rizado comprar ambas paletas de helado, pues era la situación más extraña en la cual alguien se le había acercado a hablar, y probablemente lo más raro del caso era que Louis accedió y se sentía a gusto con aquel rizado.

De pronto, cuando sus azulados ojos inspeccionaban al rizado, sus ojos se toparon con los del rizado, haciendo sonreír a ambos. Harry sonrió y volvió a mirar al vendedor para recibir sus paletas. Una vez listo, caminó hasta el ojiazul, quien sonrió.

—De fresa para la mejor compañía... —susurró entregándole la paleta. Louis se sonrojó y tomó la paleta sin evitar tocar los largos dedos del rizado, causando que su cuerpo sintiera una corriente. Louis le susurró un mudo "gracias" que provocó una tierna sonrisa en sus labios—. Y una ácida Lima Limón para el horrendo de mi persona...

Quiet.   (l.s.) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora