0.1 Él no es un marica

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Los gritos de Donna se escuchan por toda la casa. El pequeño Mikey está escondido dentro de su armario, llorando. Gerard contiene las lágrimas en sus ojos mientras escucha los gritos de su madre.

—¡No quiero que se vuelva a repetir! ¿Me oíste?

—Pero, mamá, yo no...

—¡Te callas! -la mano de Donna fue a dar contra la mejilla izquierda de Gerard.

Solo se escucharon quejidos ahogados.

—Los niños no le dan besos a otros niños. Eso los convierte en maricas y tú no vas a ser un marica.

Gerard asintió sollozando.

—Vete a tu habitación. Hoy no habrá cena para ti.

Los ojos de Gerard se volvieron a llenar de lágrimas y sin una palabra más corrió a su habitación.

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Assasain's bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora