Capítulo 5

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Las cosas entre Margarita y Roberto no cambiaron mucho, Ro le seguía siendo infiel y Mar... Solo no salía de su casa, estaba tan deprimida.... Roberto no le daba mucha importancia al asunto ya que ni siquiera pasaba en su casa compartiendo con ella.

Una semana después los golpes en el rostro de Margi sanaron, entonces Roberto decidió hacerle una pequeña visita a su madre...

-Margi mi amor, mi madre quiere que vayamos a visitarla... Y por más mal que estés sabes que ella nunca acepta un "no" por respuesta.

-Mmm está bien, creo que me sentara bien salir un poco a distraerme y de paso veo a tu hermanito -besó su mejilla.

-Pues alista tu ropa porque nos vamos hoy mismo.

Entonces Margarita alistó sus maletas y se preparó mentalmente para soportar una pesadilla aun peor que su esposo: Su suegra. Rosa Pinedo era una bruja cruel y despiadada, algo así como las de los cuentos de hadas... Pero real. Esta mujer llevaba cinco años intentado separar a su hijo de Margi, pero él le decía una y otra vez que él "amaba" por sobre todas las cosas a su mujer y que no estaba dispuesto a alejarse de ella. Esto la repudiaba mucho pero como dijo Roberto: su madre no aceptaba un "no" por respuesta.

Margi decidió ir a por sus donas para distraerse de camino a casa de Rosa.

***

-Hola, ¿En qué le puedo ayudar bella dama?

El chico que la atendía hoy parecía nuevo, ella nunca había visto su rostro, a su parecer era un chico muy atractivo y sin duda alguna aparentaba ser muy gentil. Hasta el momento lo único que sabía de él (aparte de que trabajaba en su panadería favorita) era que se llamaba Christian Martínez, o al menos eso decía en su carnet de trabajador del lugar.

-Sí emm... ¿Puede darme 5 donas de los 5 distintos sabores que hay?... por favor.

-Woww que chica tan glotona, ¿no me digas que te comerás todo eso tú sola? 

-Yo una chica glotona y tú un chico cotilla... y un tanto molesto para mi gusto -frunció el ceño.

-Tu orden está lista, hermosa, espero lo disfrutes y ojala nos volvamos a ver -sonrió.

-Al parecer no concordamos en eso, porque a mí sí que no me gustaría volver a verte -Chris se entristeció -Pero creo que eres un chico suertudo ya que trabajas en mi panadería favorita -ella le guiñó un ojo -Y ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer.

Y lo dejó ahí... Anonadado, sin saber que rayos había pasado, pero con una sonrisa que de seguro duraría mucho tiempo. Chris no sabía que tenía esa chica, pero se había convertido en alguien especial para él, con ese brillo en sus ojos que la caracterizaba y esa chispa que hacia enloquecer a cualquier hombre... Esto sin duda era el inicio de una gran historia...

***

Al llegar a la casa de Rosa lo primero que hizo Mar fue buscar a Mati, así la presencia de Rosa sería un poco más placentera.

Roberto solo estaba ahí porque Matías le había contado que su padre (Pedro) había vuelto a casa. Ro le guardaba mucho rencor a ese señor, tanto que cada día él pensaba en el momento que cobraría venganza e intentaría arruinar la felicidad del viejo.

-Aquí estás escoria.

-¿Esa es la forma de hablarle a tu padre, Robertito? -soltó una sonora carcajada.

-Tú no eres mi padre... Me das asco -escupió su rostro.

De inmediato Pedro respondió a sus provocaciones tomándolo del cuello

-Sabes niñito, nunca dejé que tu padre arruinara mis planes, pero él era como tú, siempre luchando por defender lo que por derecho le pertenecía. Ese verano fue muy insistente... Y pues... no soy una persona paciente, la verdad él se buscó lo que le pasó, por favor Roberto, no me hagas darte el mismo final, estoy seguro de que Mar no lo soportaría y pues... le ahorraría ese sufrimiento...

-¡Con ella no te metas imbécil! No sé cómo mi madre sigue contigo, eres una basura, no vales nada. Mataste a mi padre en frente de mis ojos, le quitaste todo lo que tenía incluso a su esposa, me callaste a golpes... Pero sabes, ya no soy el niño al que le podías pegar y no se defendería, ya no soy más un cobarde y ya no nos harás más daño a mi madre y a mí.

-Awww Roberto, que lindo tu discurso, ¿pero que tu madre no te contó quién me ayudó a deshacerme del cuerpo esa noche...?

-¡Eres un maldito! -Le lanzó un puñetazo.

Rosa: ¿Que está pasando aquí?

Mar: Mi amor... -tocaba el rostro de Ro mientras le limpiaba la sangre derramada.

Rosa: ¡Es increíble! Ustedes no pueden estar ni un solo día juntos... Ro, cariño, creo que lo mejor es que tú y esa se vayan...

-¿Sabes que mamá? si nos vamos, ¡Pero para no volver nunca!... Antes no quería que estuvieras con este engendro, pero ¡ya no me importa! la verdad es que se merecen, los dos son una basura.... -Ella intentó acariciarlo, pero él la evitó - No mamá ya no soy más tu hijo, ¡adiós! -Y se fue... 

Fue difícil para ella saber que probablemente no volvería a ver a su hijo nunca más, pero también era duro para él pensar que su madre era cómplice del asesinato de su padre y más aún, que había vivido engañado toda su vida... Ese era su dilema, ¿Cómo demostraba amor si su corazón solo sentía odio? ¿Cómo le demostraba a Mar que la quería si solo sabía golpearla? o ¿Enserio la quería? ¿Enserio era amor?



¿Es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora