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Quien haya terminado su examen puede retirarse de la clase— anunció el profesor.

Yo levanté la cabeza del pupitre adormilada y miré mi examen: en blanco. Me encogí de hombros y me levanté de la silla.

El profesor suspiró cuando vió mi examen y negó con la cabeza, cansado de la misma historia de siempre.

—Señorita Clair, si sigue así terminará por suspender la asignatura— me dijo el profesor.

Yo simplemente me encogí de hombros, de nuevo.

No me importa, póngame ya el cero si no quiere perder el tiempo, profesor— dije indiferente. Él se llevó la mano a la frente y yo me dirigí de nuevo al fondo de la clase para recoger mis cosas.

En ese corto trayecto, que yo alargué más de la cuenta, me dediqué a observar a las demás personas que se encontraban en la clase. Este año habían cambiado la distribución, por lo que prácticamente a toda esa gente no la había visto nunca, solo podía contar varias caras conocidas del curso pasado.

Bostecé y busqué mi chaqueta, ¿dónde la había puesto? Dirigí mi mirada hacia una chaqueta vaquera grande y sonreí en victoria, esa era la mía.

La agarré entre mis manos junto con mi mochila y me marché de la clase no sin antes dedicarle un último vistazo al profesor.

Una vez fuera del edificio una ráfaga de aire frío me golpeó, por lo que decidí colocarme la chaqueta.

Y me percaté de algo, olía diferente, aunque bien en cierto modo.

Me encogí de hombros e hice mi camino a casa tranquilamente, ¿qué mejor satisfacción que saber que vas a suspender una materia? Exacto, me daba igual.

Hey, Spikes— saludé a mi cachorro —¿Cómo te va, amigo? ¿Tienes hambre?— le pregunté con la típica voz infantil, el perro me ladró en "respuesta" —Pues te vas a tener que esperar— le dije como si me entendiese, pero era gracioso ver su cara.

Subí las escaleras y entré a mi habitación, tirando la mochila a la cama y desaciéndome de la chaqueta, cuando oí que algo cayó al suelo, no le di importancia y dejé la chaqueta sobre una silla.

Y en ese momento me di cuenta, esa no era mi chaqueta, ¿que por qué lo sé? Pues porque estoy segura de que mi chaqueta no tenía escrito "Chanyeol" en la espalda con letras enormes.

¿Cómo no me había dado cuenta? Eso lo vería hasta un ciego, pero no yo, que con mi despiste agarré la primera chaqueta que se parecía a la mía sin ni siquiera percatarne de que, bueno, realmente no era la mía.

La miré fijamente y me encogí de hombros.

Ya mañana se la daré a su dueño.

¡Spikes, a comer!

wrong jacket :: chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora