—¿Te gusta la pizza?— le pregunté mientras cerraba la nevera.
Literalmente no había nada de comida ahí dentro.
—Uh...— dijo él algo despistado por mi pregunta repentina —Claro— rió rascando su cabeza.
—¿Me pasas el teléfono, ese de ahí?— dije señalando la mesa que estaba justo a su derecha.
—Uhm, sí. Toma— me respondió él. Me lo pasó y busqué el número telefónico guardado y marcado como favorito en la agenda de mi teléfono.
—Pizzería Estrella Dorada ¿Qué desea?— me preguntó la ya reconocible voz del asistente.
Miré a Chanyeol y él se encogió de hombros.
Tapé el teléfono con mi mano.
—¿Peperoni está bien?— le pregunté. Él arrugó la nariz en negación —¿Jamón y queso?— dije esta vez. Esa pizza era mi favorita.
Él asintió con la cabeza sonriendo y tomó asiento como si estuviese en su propia casa. Tanta confianza me tomó desprevenida.
Ordené la pizza acordada y me senté a su lado en el sofá, obviamente manteniendo cierta distancia.
—La pizza tardará aproximadamente media hora en llegar— le avisé. Bostecé y estiré mis brazos.
—¿Por qué siempre estás tan cansada?— me preguntó con una mirada curiosa.
—¿Hmm?
—Siempre que te veo en clase estás durmiendo y sueles bostezar muy a menudo— me dijo.
Yo le miré y me encogí de hombros.
—Tengo insomnio, por lo que normalmente no duermo apenas nada por la noche— dije sonriendo.
Él arrugó la nariz y sonrió.
—Eso es algo raro— dijo riendo.
Ambos nos quedamos callados y yo me acordé de algo.
—¡Mierda, tengo que pasear a Spikes!— dije mirando a Chanyeol.
Él se levantó y le miré algo confundida.
—Te acompaño— me dijo dándome una sonrisa enorme.
He de decir que esa sonrisa era un tanto espeluznante.
Pero igualmente asentí y salimos a la calle junto a mi cachorro. De nuevo manteniendo distancias.Él iba con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón negro mientras que miraba cómo Spikes olismeaba el suelo. Y yo le miraba de reojo a él.
Llegamos a un parque en el que solté a Spikes para que jugara un poco e hiciese sus necesidades y nosotros dos nos sentamos en un banco a observarlo. ¿Es necesario decir lo de las distancias de nuevo?
Una ráfaga de aire nos golpeó y ambos nos encogimos a causa del frío.
—Joder, qué frío— maldije envolviendo mi cuerpo con mis brazos. Chanyeol dirigió su mirada hacia mí y sonrió de lado.
—Si no me hubiese olvidado la chaqueta en tu casa te la prestaría— me dijo.
Yo alcé la vista, ya que él era extremadamente alto, y le miré a los ojos. Y no pude reprimir una sonrisa.
Eso había sido simplemente adorable. ¿Qué? No, Taylor, no pienses esas cosas.
—Por cierto— me habló llamando mi atención y sacándome de mis pensamientos —Esto es algo vergonzoso de preguntar ahora pero...— dijo riendo nervioso y rascando su cabeza —¿Cómo te llamas?— dijo.
Le miré fijamente y luego solté una carcajada.
—Taylor Clair— le dije y extendí mi mano.
Él la tomó y rió de nuevo—Supongo que tú ya sabrás el mío— me dijo y sacó las manos de sus bolsillos para cruzarlas sobre su pechi intentanto transmitirse calor a sí mismo.
—...Digamos que está escrito con letras gigantes en la espalda de tu chaqueta— le respondí con una mirada divertida y él revolvió mi pelo como si fuesemos
amigos de toda la vida.Y, la verdad, fue un gesto que simplemente me enamoró.
Porque solo mi padre y mi hermano me hacían eso. Así literalmente sentí como si él fuese parte de mi vida desde el
momento en el que me revolvió el pelo.Y amé la sensación. Supongo que el rojo de mis mejillas me delató solo un poquito.
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wrong jacket :: chanyeol
أدب الهواةY todo ocurrió porque agarré la chaqueta equivocada. *.-°»Park Chan Yeol«°-.*