s e i s

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"Taylor, ven a mi casa ahora, tengo un grave problema"

Ese había sido el mensaje que Louise me había enviado. No se a qué se refiere con eso de un grave problema, pero espero que no sea ninguna clase de broma. Porque Louise es digamos algo adicta a eso de gastarme ciertas bromas teniendo en cuenta la notable distancia entre su casa y la mía.

Porque para llegar a su casa tengo que andar durante quince minutos para coger el metro y luego andar otros diez minutos para poder al fin pulsar el bendito timbre de su puerta principal.

Y ya ha ocurrido en ciertas ocasiones que me hizo recorrer todo ese largo y aburrido trayectorio para que o bien ella necesitase que le subiese la cremallera del vestido o para que pasease a su gato. Y no hay que sacar a pasear a un gato. Pero yo y mi estupidez no pillaron la broma hasta el momento de ponerle la correa a Twinkle.

Porque los gatos no.toman.paseos.

Pero resulta que este no era el caso. Esta vez mi recorrido de 40 minutos no era causa de una broma pesada, esta vez si era un "grave problema".

Porque, ¿quién es tan despistada como para comer algo que está en mal estado? Exacto, Louise.

Aunque en realidad a mi eso también me ocurrió una vez pero ese no es el punto. El punto es que mi mejor amiga se había comido carne en mal estado y ahora yo me encontraba sujetándole el cabello mientras que ella vomitaba.

Louise, tenemos que ir al hospital— Le dije claramente preocupada.

De ninguna bendita maneraMe dijo ella, pero su ahira pálida cara no correspondía sus palabrabas.

Y es que la verdad a mi me daba igual su opinión, porque igualmente tomé las llaves de su coche y puse en práctica las clases de conducción de mi padre y llevé a mi amiga al hospital.

Te odio, ahora me encuentro aquí con una aguja en mi brazo— dijo una vez ya más recuperada.

Y aunque a mi no me importase mucho, ese día no tuve tiempo de hacer los deberes para el día siguiente, por lo que me llevé una mala nota en matemáticas e historia a pesar de mis escusas.

Y más tarde, cuando acabó el colegio ese día martes, Chanyeol se ofreció a acompañarme de nuevo a casa.

Oye Taylor, ¿es verdad lo de que a tu amiga la ingresaron?— me preguntó pateando piedrecitas por el camino.

Bueno, puede que lo exagerase un poco, pero ella tomó carne en mal estado— le dije yo mirando al frente y ajustando mi mochila.

Igualmente, el cero ya está puesto— dijo él y estalló en carcajadas.

Yo le dí un puñetazo en el brazo que pareció no afectarle y él por su parte me revolvió el pelo como hacía ya dos semanas había hecho.

Y me acordé de mi padre y de mi hermano, los hechaba de menos. Su casa quedaba algo lejos de la mía, así que ya no les veía a menudo.

Nos vemos por la universidad, Taylor— me dijo Chanyeol sacándome de mis pensamientos.

Eh sí, adiós— le dije.

Y nos despedimos con la mano y pasé a tener otra tarde rutinariamente aburrida sola en mi casa.

Suerte que tengo a Spikes.

wrong jacket :: chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora